Foto: Prensa La Pedrera

Si ese formador de cracks que es el profesor Horacio Anselmi lo tiene entre sus manos, será para seguir sus pasos de cerca. Con la eliminación de primer clasificado (Andrés Molteni), el boliviano Hugo Ernesto Dellien quedó con el principal candidato para llevarse el Future "Ciudad de Olavarría". Su lugar en la preclasificación y sus últimas actuaciones así lo confirman.

Emergente de un país sin tradición tenística y con muchas dificultades para la promoción de deportistas de elite, Hugo no sueña con ser el "Vilas" del tenis boliviano. Sus deseos sun muchos más humildes, pero a la vez más ambiciosos. "No me interesa ser referente de este deporte en mi país; yo sólo quiero hacer bien las cosas y lograr que los bolivianos entiendan que pueden destacarse en el deporte profesional" confesó.

"Bolivia en toda su historia tuvo un par de jugadores que se metieron entre los 200 mejores del mundo, y uno sólo que pudo meterse entre los mejores 30, que fue Mario Martínez, después David Ramiro Benavídez se metió en el top 100 y no hemos tenido más. Eso fue hace mucho" contó.

En un descanso entre su partido de singles y su compromiso de dobles, este chico de 20 años aceptó una charla para contar su vida ligada al tenis. "Yo soy de Trinidad, cerca de Santa Cruz, para el lado de la frontera con Brasil, y comencé por iniciativa de mis padres, que a los 5 años me metieron en un club para hacer algún deporte. De ahí fui jugando torneos, a partir de los 9 años, y me gustaba mucho. A los 10 años gané mi primer torneo y a los 12 empecé a viajar al exterior, en la gira Cosat, donde pude jugar con los mejors de Sudamérica", reveló.

"Entrenadores de varios países me decían que tenía condiciones, a mis padres le gustó la idea y tuve la suerte de cruzarme con un entrenador que fue muy importante para mi carrera, Mauricio Solís, un boliviano que volvió de Estados Unidos con otra mentalidad y hoy es el capitán del equipo de Copa Davis. Cuando se fue de Trinidad a Santa Cruz, yo lo seguí" acotó.

La Argentina es una referencia dentro del tenis mundial, tanto por sus jugadores como por sus entrenadores. "Cuando estaba jugando Juniors estuve dos del mundo en el ranking ITF, y ahí conseguí a un coach argentino que vive en Francia, Giorgio Brasero. El me dijo que debía salir de Bolivia, yo también lo tenía muy claro, pero no tenía contactos para irme a Buenos Aires. Así me puse a las órdenes de Angel Giménez y de Horacio Anselmi en la preparación física, quien aún es mi profe. Me fue muy bien y hora estoy entrenando en la Academia de Fabián Blengino, en Parque Norte".

"Mi objetivo profesional es estar entre los 100 del mundo; hoy estoy 330 y sé que aún me falta, que no es una meta a corto plazo, porque perdí mucho tiempo en la preparación física. Empecé recién a los 17 años, porque en la ciudad que yo entrenaba no había. Sé que mi carrera va a ser un poco larga y voy con calma, aunque he hecho cosas que me sorprendieron, como los cinco Future que gane el año pasado, uno en Europa, y he tenido buenos resultados en Challenger. Creo que el click lo hice el año pasado, cuando gané en Francia" comentó.

"Me gusta mucho más atacar que defender, que es lo que más me cuesta" reconoció y cerró con un deseo personal que trasciendo su carrera. "Mis sueños no pasan por mí, sino porque la gente en Bolivia se de cuenta de que pueden sobresalir, porque en deportes somos muy inferiores con respecto al resto de Sudamérica".