"Para mí se terminó la etapa en la Selección. Le vendría bien un cambio y empezar un nuevo proceso, y desde ya que va a tener todo mi apoyo", avisó de entrada el ahora exseleccionador. "No tengo nada en vista, recién terminan los Juegos, y no tengo propuesta de ningún club. Hoy no soy el técnico de la Selección Argentina, terminé mi contrato y no me pude juntar con los dirigentes de la CAB", continuó.

"La Selección es de todos. Yo no puedo dejar de pensar que los entrenadores que están en la Argentina no son partícipes de todo lo que logra el básquetbol argentino a nivel mundial. La Selección siempre me va a tener a disposición", explicó Hernández en una nota con TyC Sports.

Por otro lado, el bahiense, uno de los entrenadores más importantes de la historia del básquetbol nacional, reconoció que no estuvieron a la altura de un Juego Olímpico, más allá del alto nivel de España, Eslovenia y Australia, los tres que vencieron al conjunto argentino.

Y también apuntó a un error propio como dejar a Gabriel Deck en el plantel tras su recuperación ajustada de coronavirus en relación a los tiempos, ya que el alero de Oklahoma City Thunder se contagió a dos semanas del inicio y se mostró muy por debajo de sus posibilidades. "Deck no debería haber jugado, yo sé que el Covid 19 deja secuelas, y son cosas que debería haber leído antes", cerró.

Las opciones

El punto será conocer cuál es la idea de la CAB. Desde 1997, cuando asumió Julio Lamas en reemplazo de Guillermo Vecchio, siempre se contrataron entrenadores por ciclos olímpicos. Mantener entrenadores ha sido clave en los logros conseguidos. Tres DT en 24 años, cuatro en 28. Si se mantiene esa filosofía, lo lógico sería que el próximo entrenador firme, como mínimo, hasta París 2024.

Por lo pronto, todos los cañones en cuanto al reemplazante apuntan a Néstor García. Es de la camada de Hernández y Lamas (56 años), de hecho los tres son bastante amigos, y ya ha trabajado en la Selección, como entrenador del equipo que ganó el Sudamericano en 2012 (ahí arrancó Facundo Campazzo), y antes como asistente de Lamas en el Preolímpico de Mar del Plata 2011, con todas las estrellas.

Néstor tiene muchos puntos a favor. El más importante es su capacidad innegable para el cargo. Y es respetado por colegas y jugadores. Tiene muchísima experiencia internacional. Dirigió a la Selección de Uruguay, a la de Venezuela (con la que logró objetivos increíbles) y a la de República Dominicana en el Mundial de China.

Si la CAB espera que sea la misma persona la que dirija al equipo y haga la reorganización general, deberá contratar a alguien más para esa función específica, porque no es la especialidad del "Che", que es muy bueno para sacar lo mejor de los jugadores que tiene en las condiciones que sea. Lo ha demostrado incluso en la Liga ACB de España con el Fuenlabrada, pero no es alguien para armar un proyecto a largo plazo.

Por su parte, muchos creen que este momento es ideal para que se sume Julio Lamas a la Confederación, luego de su paso de cuatro años por Japón, donde justamente organizó un proceso que más allá de no haber ganado partidos en el Mundial y en los Juegos, hizo de Japón un equipo competitivo a nivel internacional, que puede presentarse a la cancha con seriedad, y ahora con proyección, con un plantel joven con talento, talla y disciplina táctica.

También podría ser convocado para la doble función de entrenar y reorganizar a la Selección, algo que ya hizo en 1997 y 2010. ¿Puede Rubén Magnano tener también alguna participación en esta reconstrucción? Soñar no cuesta nada. Ni siquiera es un tema económico el obstáculo, sino buscar la grandeza de todos los involucrados. Los más optimistas imaginan una nueva era con Pablo Prigioni como cabeza, pero el cordobés dijo en su momento que no está en sus planes por ahora dirigir a la Selección.

En algún momento sonó el nombre de Lucas Victoriano, y en otros hasta se escuchó el rumor de buscar algún extranjero. Que siga alguno de los asistentes de Hernández, sobre todo Santander, tampoco parece una chance viable.

Las cosas se verán más claras en no muchos días más, cuando desde la CAB se empiecen a mover las fichas en una u otra dirección. En noviembre empiezan las Ventanas para el Mundial 2023 y, aunque parezca pronto, se empieza a jugar también París 2024, porque ese Mundial será el que clasifique para los Juegos de Francia.