Boca celebra este nuevo título gracias a su triunfo 1-0 sobre Gimnasia y al traspié que sufrió River, que sólo empató 1-1 con Atlético Tucumán y dilapidó en el epílogo del torneo una ventaja de tres puntos con seis en juego.

Lo que empezó con fiesta, terminó con fiesta.

"La Bombonera" latió como nunca en la previa con el homenaje a Diego Maradona, y volvió a sacudirse gracias al gol de Carlos Tevez, con cierta complicidad del arquero Bou.

Antes del comienzo, Tevez se acercó al banco de suplentes y saludó a Maradona, primero con un beso en la boca y luego con un abrazo interminable.

La primera señal positiva llegó del "Jardín de la República", cuando Atlético aprovechó un repetido déficit en los equipos de Gallardo (el juego aéreo defensivo), y con una pelota parada se puso en ventaja a través de Javier Toledo, apareciendo por el segundo palo.

Boca tomó el control en el inicio, tuvo paciencia para el traslado de la pelota a partir del manejo de Tevez, con Franco Soldano muy participativo, más la velocidad de Sebastián Villa.

Y elaboró una muy buena jugada por derecha, con un pase de Villa para Tevez, que remató desde la puerta del área chica, la pelota rozó en Maximiliano Caire y se fue sobre el travesaño.

Siguió siendo más Boca. Eduardo Salvio exigió abajo a Jorge Broun, quien luego le sacó un cabezazo de gol a Franco Soldano.

Desde Tucumán las noticias ya no eran tan alentadoras: buena jugada colectiva, centro de Casco desde la izquierda y definición de Suárez en el punto del penal para poner a River 1-1.

En el inicio de la segunda mitad a punto estuvo de sorprender Gimnasia, con un remate de media distancia de Nicolás Contín que exigió una fenomenal respuesta de Esteban Andrada.

El dominio volvió a ser de Boca. Llegó con un envío de Salvio apenas afuera; un disparo del ingresado Ramón Abila que sacó Broun con los pies y con un cabezazo del propio Salvio que controló el arquero.

La falta de precisión en el último toque amenazaba dejar con las manos vacías a River en el estadio "José Fierro", una olla a presión entre el calor, la humedad y el empuje de los tucumanos.

El hueco que no se abría en el Norte, sí apareció en la ribera del Riachuelo: Tevez probó desde lejos, Broun puso muy mal sus manos y Boca consiguió la ventaja que necesitaba para pasar a River en la tabla por primera vez en mucho tiempo, y justo en los últimos instantes de la última fecha.

En una jugada aislada el colombiano Jonathan Agudelo casi le arruinó la fiesta a Boca con un cabezazo apenas afuera.

En Tucumán la insistencia de River no tuvo premio y Loustau (el mismo que con sus fallos lo perjudicó groseramente en La Bombonera la temporada del descenso) quedó en el eje de todos los reclamos con un gol anulado a Borré en la primera parte (estaba habilitado) y en la segunda pasó por alto infracciones dentro del área a Fernández y Suárez.

Boca terminó festejando con este triunfo 1-0 sobre Gimnasia, y de arremetida se llevó un título que celebrará por todos los tiempos.