Daniel Lovano / elpopular.com.ar

Ni los conquistadores que llegaron a mediados del siglo XV para depredar el continente africano abarcaron tanta geografía como Miguel Gamondi desde que, a principios de la década pasada, arribó para lo que era una experiencia exótica y terminó siendo su lugar en el mundo.

Lo de Miguel es mucho más noble, llegó para desarrollar o desarrollarse en la (aún) casi virgen cantera del fútbol africano. En el centro, desembarcó en Burkina Faso y anduvo por Costa de Marfil, salió campeón con el Mamelodi Sundowns de Sudáfrica, y en el Magreb (o Africa Saharina) casi que no ha dejado país sin tocar.

Trabajó en Túnez, Libia, Argelia y acaba de perder el título de Marruecos por apenas un punto con el Hassania Union Sportive Agadir (o HUSA). O en todo caso ganó un tercer lugar, a un punto del campeón, en un club que colma casi todas sus aspiraciones profesionales: es el director deportivo, tiene a su cargo el diseño desde la escuelita hasta el fútbol profesional, y se pone el buzo de DT en el equipo que juega la Liga Marroquí.

"Tomé el equipo en la Liga pasada. Estaba mal, cerca del descenso, sacamos diez puntos y mantuvimos la categoría. Esta temporada arrancamos con un equipo nuevo, con incertidumbre, sin grandes expectativas y con un presupuesto mediano. Subí seis o siete juveniles y terminamos perdiendo el campeonato nosotros, empatando cinco partidos seguidos, de los cuatros tendríamos que haber ganado cuatro fácil. A veces un equipo sin ADN de campeón, termina perdiendo con los grandes y acá hay varios" resumió Miguel desde Marruecos.

Marruecos es un país mundialista. "El campeón de la Champions League de Africa es el Wydad Casablanca. Eso me parece que define por sí sola el nivel de la Liga en el contexto africano, y nosotros le ganamos 1-0 de local y perdieron 1-0 de pedo en la cancha de ellos, que sino salíamos campeones nosotros", lamentó.

Sus equipos, y HUSA también, tiene la impronta que fue elaborando en tantos años al lado de Francisco Russo y Angel Cappa, más un toque personal y una adecuación temporal. "Jugamos muy bien. Están todos impresionados por nuestro estilo; metemos mucha presión arriba, tratamos de recuperar bien alto y atacamos mucho. Terminamos siendo el equipos con menos goles en contra y el que menos perdió. Robamos mucho, atacamos rápido y le damos mucha importancia a los automatismos" contó.

"Acá no corremos más" bromeó y acotó: "Acá son todos juegos de posición, los rondos, trabajos con pelota y muchas repeticiones desde el primer día de la pretemporada. ¿Si agarro al profe de los 90? Era una masacre (risas). La última vez que estuve en la Argentina fuimos con Dady (Pires) a la casa de Julio Santela y Julio es la otra punta. Yo siempre digo que he cometido barbaridades cuando arranqué como preparador físico, porque me formé en otra escuela. No entendíamos el juego, ahora hay que entender el juego. Se trabaja mucho desde la escuelita de fútbol la toma de decisiones. Estamos volviendo a las fuentes, a lo que se hacía 40 años atrás" sostuvo.

En cuando a la la Liga, dijo: "Acá cambió el presidente de la Federación hace tres años y la Liga está mejorando mucho. Se han construido cinco estadios nuevos, y eso se ve, en poco tiempo se va a exigir la formación de Sociedades Anónimas Deportivas, con una reserva para los socios, cosa que los clubes no pierdan su identidad. El nivel de una Liga se ve en las competiciones continentales y Marruecos está bien" afirmó.

En ese contexto, después de 20 años Marruecos regresará en Rusia a una Copa del Mundo. "Y la selección, a pesar de que tiene sólo a Benatia en los grandes equipos europeos, se clasificó en una zona con Costa de Marfil, que siempre es complicado. Tiene una zona bravo, pero Marruecos no va a ser fácil para nadie, porque además tiene un entrenador muy experimentado, que ya ganó dos veces la Copa de Africa, y sabe plantear muy bien los partidos en estos torneos cortos" reveló.

Pero a Miguel no sólo le colma la actuación de equipo principal de HUSA. Las categorías formativas dieron un salto de calidad importante en estos años y en los próximos días el equipo juvenil jugará la final del campeonato marroquí.

"Estoy como el el jardín de mi casa. Especialmente en esta ciudad y en este equipo. Estoy trabajando en el proyecto que soñé, pero para dentro de cinco años, no para ahora. Superviso todo, voy a ver la escuelita, voy a ver los entrenamientos de inferiores, hago reuniones con los entrenadores de los juveniles. No soy un fenómeno, sino un apasionado. Me iba a ir a España, que está acá nomás, y preferí quedarme" subrayó.

Son muchos años en Africa, pero admitió que siempre tiene la "esperanza de saltar el charco", aunque no dijo si es el "charquito" que lo separa con Europa al Norte o el "gran charco" que lo separa de la Argentina al Oeste. "Hace un tiempo tuvo ofertas para dirigir al equipo de la ciudad de mi esposa, el Ludogorets de Bulgaria, que jugó la última Champions League en Europa, y al final no se dio".

Miguel contó un problema que existe hoy para los entrenadores argentinos, y que no está tan difundido. Trabajo no le falta, propuestas tampoco, pero por su CV. "Acá en Africa no aceptan el título de técnico que dan en la Argentina, pero ahora debo hacer dos módulos de la licencia CAF (Confederación Africana de Fútbol) para que me quede tranquilo. No se acepta porque no homologación con las Confederaciones. Recién ahora la Conmebol va a cambiar los planes de estudio para adecuarlos al resto del mundo. La verdad, el curso está desactualizado absolutamente" dijo.

Olavarría queda muy lejos de todo esto, pero Miguel no la pierde de vista. "Por supuesto que estoy al tanto de todo. Cuando mi Viejo me llama desde allá, yo ya sé de todo lo que pasó porque lo primero que hago a la mañana es leer Internet. Seguí la campaña de Ferro paso a paso, me informé de las últimas elecciones y me interesa todo lo que sucede" admitió.

Tal vez volver algún día y volcar aquí algo de lo asimilado tan lejos. "Sería un sueño par mí hacer algo allá. Me encantaría. Acá estoy haciendo una revolución en el trabajo metodológico, y llevar todo eso a Ferro sería muy lindo para mí", cerró.