Una vez colocado el techo, que fue adquirido a través del fondo sojero, las autoridades del Colegio y la comisión de padres afrontaron la difícil misión de generar recursos para hacerse de materiales y mano de obra necesarios para levantar las paredes, etapa que hoy está en su punto final.

"Después de conseguir el techo la comisión de padres se puso a trabajar en terminar la obra, y fue una tarea muy complicada, pero estamos muy cerca de culminarla. Fue de gran ayuda la decisión tomada por las autoridades del Colegio de volcar su apoyo en la finalización de una obra tan importante para nosotros" dijo Claudia Chrestia, directora del establecimiento primario.

La docente reveló que persiguen el desafío de enmarcar la inauguración de la obra con las celebraciones por los 50 años de la puesta en marcha del colegio secundario, aunque evitó mencionar fechas porque aún restan varios frentes por atacar.

El paso inmediato será colocar las aberturas (que ya están compradas), así como la la instalación eléctrica, y luego conseguir pintura impermeabilizante para el exterior de las paredes que dan a la iglesia y a la calle Mariano Moreno.

"Nosotros la pensamos como una obra no sólo para la realización de la actividad física de nuestros alumnos, sino como un aporte más a nuestro barrio" confesó la directora del establecimiento ubicado en pleno corazón del Barrio San Vicente.