Estudiantes hizo agua en Monte Hermoso
Cayó anoche con amplitud ante Villa Mitre 107-86 en el Polideportivo Municipal de la ciudad balnearia. Mañana juega en Carmen de Patagones con Atenas y el lunes en Viedma con el Deportivo.
Estudiantes no tuvo anoche el mejor comienzo en la mini gira por el sur de la provincia de Buenos Aires y el norte de la provincia de Río Negro, al caer por un contundente 107-86 ante Villa Mitre de Bahía Blanca, en el Polideportivo Municipal de Monte Hermoso.
Arbitró en la localidad balnearia el trío compuesto por Domínguez, Trías y Larrasolo y luego de un primer cuarto parejo y cerrado (Villa Mitre 21 - Estudiantes 20), el juego se empezó a romper en el segundo segmento para los albinegros, que se fueron al descanso largo 52-44 abajo, tendencia que se mantuvo en el penúltimo capítulo (80-65 para los tricolores).
El máximo anotador del partido fue el cordobés de Estudiantes Santiago Arese, con 23 puntos, mientras en el local sobresalió el goleo del ex bataraz Pennachiotti (22), Gutiérrez (17), y la dupla Amigo - Harina Martini (16). El juvenil Yago Martínez (hermano de Lautaro, la estrella del Internazionale de Milán), de apenas 16 años, jugó 2m 22s y aportó 1 punto.
Villa Mitre llegó a Monte Hermoso con un episodio desgraciado en un miembro del cuerpo técnico: Mauro Richotti, asistente de Lisandro De Tomasi, mientras desarrollaban en la previa a este partido un ejercicio de dos contra dos se cortó el tendón de Aquiles de una de sus piernas y ayer fue intervenido quirúrgicamente.
Su lugar lo ocupará temporariamente Maximiliano Colombani, habitualmente asistente estadístico, quien fue habilitado por la Asociación de Clubes.
Para el local pasó la tormenta de verano, quedó atrás la primera derrota del año, asomó el sol y Villa Mitre pudo disfrutar a pleno de Monte Hermoso, donde venció a Estudiantes de Olavarría, 107 a 86, por la Conferencia Sur de la Liga Argentina.
Claro que para el tricolor no resultó sencillo el inicio, le costó meterse en juego, le faltaba ritmo, atrás y adelante. En defensa lo padeció porque Estudiantes supo ocupar los espacios en la pintura; sacó ventajas ahí.
Y, a la vez, en la medida que el tricolor escurrió su defensa, surgieron los tiros a distancia, con Arese mostrando su mano caliente (4-5 en triples en el primer cuarto).
La Villa, en ataque fue encontrando tiros confiables, aunque careció de efectividad y rebote ofensivo. Acaso, necesitaba generar puntos a partir de ofensivas más rápidas.
A partir de ahí, Harina empezó a meterla y Pennacchiotti lastimó adentro, entonces otra fluidez tuvo el juego tricolor, cerrando el primer cuarto 21-20.
Estirándose atrás, punteando los lanzamientos, y transformando cada recupero en contraataque, Villa Mitre logró liberarse, ganar en confianza, sentirse cómodo y, al mismo tiempo, local en el balneario.
Harina fue una pesadilla con su tiro a pie firme, Heinrich metió 3-5 en dobles, Pennacchiotti 3-3, Bellozas trajo energía del banco y, así, la Villa sacó sacó 10.
En un primer tiempo de mucho goleo, Estudiantes respondió con tiros más forzados, pero efectivos al fin: 3-3 de Pato Rodríguez, Brocal rompiendo (3-3 en t2) y Owens empujando adentro.
En el comienzo del complemento, hubo una similitud: los dos aros estuvieron abiertos. Villa Mitre se apoyó en José Gutiérrez (2-2 en triples) y el Bataraz en Marina (2-4 en triples).
No obstante, el tricolor supo generar más juego a partir de este recurso, encontrando respuestas de Amigo, Harina y Bellozas.
En 4m40 sacó 12. Y, manteniendo el ritmo, estiró a 18 (80-62) a falta de 40 segundos para el cierre del cuarto, ya a esta altura, mostrando todo su poderío, algo que estaba necesitando.
Estudiantes entró al último 80 a 65 abajo. ¡Muchos puntos! Para el local era cuestión de administrar el juego y no disminuir la intensidad. El partido estaba en sus manos.
Cada vez más Estudiantes sintió la ausencia de su base natural Jeremías Sandrini (lesionado). No podía generar juego, sus ofensivas eran lentas y todo esto le jugaba a favor del tricolor, que respondía corriendo de la mano de Gutiérrez abriendo la cancha, atacando el cesto con Bellozas y floreándose colectivamente ante su gente.