Fuente y foto: Télam

La historia comenzó con el entonces entrenador de Sport Club de Cañada de Gómez, allá por 1997 en el banco albiceleste, y a partir del 30 de Agosto en la Copa del Mundo FIBA España 2014 tres de los integrantes de aquel plantel, cerrarán un ciclo impresionante.

Leonardo Gutiérrez, Andrés Nocioni y Luis Scola fueron parte de la camada de jugadores sub 22 que perdieron agónicamente con Australia en Melbourne, con un triple de otro partido. En poco días, 17 años después, tendrán lugar las últimas funciones de estos basquetbolistas que supieron dejar un legado.

El extenso currículum de Julio Lamas marca que estuvo en tres equipos de España, entre ellos el Tau Cerámica y el Real Madrid. De perfil bajo, pero minucioso ante los detalles, ajusta sus sistemas hasta lograr la excelencia.

En un ciclo lleno de laureles, Lamas supo de coronaciones contundentes, como el recordado Torneo FIBA América 2011 en Mar del Plata, que ganó el pasaje a Londres 2012; y también, en medio de muchas bajas y recambio de jugadores supo emocionarse hasta las lágrimas al conseguir el pasaje a España 2014, sufriendo ante Canadá en el Poliedro de Caracas, con Luis Scola como arma principal.

La Generación Dorada toma su nombre, justamente, de la conquista de la medalla de oro en Atenas 2004, es decir, un torneo que se jugó hace 13 años.

Pocas veces -tal vez nunca- una generación de jugadores de un deporte, cualquiera sea este, ha logrado mantener tan alto nivel de rendimiento y resultados durante tanto tiempo. En ese sentido, la tarea del entrenador también fue clave porque supo  aguantar las salidas de valuartes como Fabricio Oberto y darle rodaje a jóvenes promesas como Marcos D´Elía, o apoyar el gran trabajo de Facundo Campazzo y Selem Safar para el recambio de jugadores como Pablo Prigioni en un futuro no muy lejano.

En España 2014 no contará con Emanuel Ginóbili ni Carlos Delfino, pero apostará por Safar y el regreso de Walter Herrmann  en un equipo que no está para despilfarrar cansancio ni concentración, aunque goce de hambre, garra y corazón.

En España 2014, Lamas tendrá la chance de darle esa última palmada en la espalda como a esos jóvenes que supieron llorar en el vestuario de Melbourne, la noche que Australia los dejó sin podio, la noche donde se gestó la Generación Dorada, esa que de a poco se va despidiendo.