El "José Buglione Martinese" es la obra visionaria y maravillosa del gran dirigente que le terminó dándole su nombre al estadio de Racing, sin embargo la imponencia de su estructura de cemento nunca estuvo acorde con la calidad del campo de juego.

Ni siquiera en los tiempos que Loma Negra lo utilizó para recibir a los mejores jugadores argentinos, a los campeones del mundo, a selecciones internacional, a equipos con historia. Tampoco en los años de gloria chaira en campeonatos del Consejo Federal.

Esta semana, Racing puso el caballo por delante del carro e inició una obra largamente demorada: el sistema de riego por aspersión en el campo de juego del "Buglione Martinese". Como el que hizo punta Ferro una década atrás y emuló El Fortín días después de lograr su coronación en el Federal "C".

El trabajo tendrá sistema con aspersores de tipo pop-up o emergentes, es decir están instalados por debajo del nivel natural del terreno, permitiendo el tránsito normal, emergiendo sólo cuando la presión del sistema vence el resorte interior del mismo.

Mediante el cálculo hidráulico realizado para este campo de juego, tendrá 6 sectores de riego, con 16 rotores Con filtro incorporado, boquilla regulable en alcance, caudal y ángulo de cobertura.

La automatización del sistema está garantizado mediante un programador, con trafo y contactora colocada en un caja estanco con 6 válvulas solenoides y un sensor de lluvia 18 rotores emergente regulable en alcance y ángulo. Todos los materiales son de la marca Rain Bird.