Luciana Aymar anotó los dos goles del equipo argentino, mientras que Lauren Crandall había marcado el empate transitorio para el equipo nortemericano, todos en el primer tiempo.

El segundo tiempo fue más táctico, más luchado y menos entretenido. Con el correr de los minutos, Estados Unidos adelantó líneas, pero las argentinas supieron frenarlas.

El partido que coronó con bronce al equipo de hokey argentino fue el último mundialista de la emblemática capitana, Luciana Aymar, quien en la víspera rompió en llanto después de que el equipo quedara marginado de la final. Las Leonas perdieron la chance de retener el título alcanzado en Rosario 2010 pero obtuvieron un lugar en el podio.