El origen del conflicto de había remontado a un extraño pedido de Boca de no jugar este miércoles ante la suspensión por el paro de UTEDyC del encuentro del jueves entre Vélez, su rival del domingo, y Lanús, alegando que así el Fortín tendría más días de descanso.

Ello llevó a que también fuera suspendido el partido de River ante Defensa y Justicia, y que se desatara una ola de quejas de los demás clubes reclamando igual trato.

La desprolijidad no tardó así en convertirse en una indignación generalizada, provocando la marcha atrás de todas las medidas.

Los encuentros en cuestión son: River-Defensa y Justicia, Estudiantes-Boca Juniors, Rosario Central-Godoy Cruz, Atlético Rafaela-Newell`s (mañana), Banfield-Tigre, Quilmes-San Lorenzo y Vélez sarsfield-Lanús (jueves).