"Por los hechos de público conocimiento en torno a las diferencias irreconciliables que mantengo con el vicepresidente 1º de Racing Club de Avellaneda, Rodolfo Molina, presenté mi renuncia al cargo de presidente de la entidad, responsabilidad con la cual me honraron en las últimas elecciones llevadas adelante en nuestro querido club", sostuvo Cogorno en el comunicado en que hizo conocer su decisión.

Blanco, un empresario de 65 años y vicepresidente segundo del club hasta ayer, estará a cargo de la presidencia hasta diciembre de 2014, y luego llamará a elecciones para elegir a las nuevas autoridades. Así, con la renuncia de Cogorno y la asunción de Blanco llegó a su fin una feroz interna protagonizada en las últimas semanas por el ahora ex presidente y Molina, quien también se vio obligado a abandonar su puesto de vicepresidente primero.

Molina fue el principal responsable de la llegada de Cogorno al cargo de presidente en diciembre de 2011, pero en las últimas semanas las diferencias que mantenían ambos desde hace tiempo por convertirse en el verdadero "dueño" del club se hicieron públicas.

La semana pasada el ex vicepresidente primero atacó a fondo con el objetivo de forzar la salida de Cogorno, quien cercado ofreció el miércoles su renuncia pero con una sola condición, que Molina también dimitiese. Sin embargo, pocas horas después Cogorno dio marcha atrás y anunció que su renuncia sería efectiva si las nuevas autoridades de comprometían a cancelar una deuda, aproximadamente de un millón de dólares, que el club mantenía con él.

Después de algunas dudas, la situación se descomprimió. Cogorno oficializó su renuncia y lo hizo conocer a través de un comunicado que Racing publicó inmediatamente en su página y cuenta de Twitter oficial. A Blanco le queda una ardua tarea: encauzar políticamente el club y ayudar a revertir, a través de la tranquilidad, la problemática situación deportiva.

Justamente, el nuevo presidente aclaró que trabajará para poner al club "de pie", al tiempo que prometió "no defraudar" en una función que, según admitió, nunca pensó desempeñar. En su primera conferencia de prensa como presidente de Racing, Blanco subrayó que la interna que desembocó en su asunción "debe servir de aprendizaje" y deseó "que nunca más se repita".

"Este es el cargo más importante para un racinguista", sostuvo quien llegó a la presidencia de un club cuyo presente deportivo, esencialmente el futbolístico, no es de lo mejor porque el equipo está hundido en lo más profundo del torneo Inicial. En esa dirección, indicó: "La parte deportiva es la más difícil. En lo administrativo me tengo mucha confianza. Hay mucho para hacer, pero no es tan difícil. Lo deportivo no depende sólo de nosotros".

Por último, el nuevo presidente dejó en claro que "voy a poner todo el empeño para llevar a Racing al lugar que se merece. Vamos a trabajar y a poner todo de nosotros para salir de este momento más difícil", afirmó. Al mismo tiempo, dijo que por sus tareas habituales "no estaba preparado" para ser presidente de Racing, pero que ahora, una vez en funciones, tratará de "sacar el club adelante".