dlovano@elpopular.com.ar

Si El Fortín buscaba una victoria que lo metiera en la siguiente instancia, el verdugo en la noche fue este delantero tantas veces subestimado, que la rompió en la Patagonia, que a fuerza de goles y buenas actuaciones se ganó la titularidad en Ciudad de Bolívar, y por esas paradojas del destino tuvo su renacimiento futbolístico en la Avenida Urquiza.

Si Racing esperaba una mano para seguir en carrera, se la dio un hijo de la casa.

Alfredo Troncoso fue genio y figura de una noche ardorosa, polémica, de dientes apretados, sazonada con tres goles fabulosos.

Porque si lo de Troncoso fueron para ponerles un marco, el del pibito Tolosa sólo se puede desvalorizar un poco porque no alcanzó para evitar la derrota de El Fortín y la clasificación de Ciudad para la siguiente fase, y como líder del grupo.

Para El Fortín (y para Racing) hoy empieza la previa de una final mano a mano, el domingo, en el "Buglione Martinese".

Hacer su parte para los dos es es ganar; el que sume de a tres -si Bolívar no pierde en el "Eva Perón" con alicaído Kimberley- también se meterá en la segunda instancia del Regional Federal.

¿Ganó bien Bolívar?

Sí, porque en el primer tiempo estableció una clara superioridad, que reflejaron los dos goles con que se fue al descanso, y en el segundo manejó con oficio el ritmo del partido, el reloj, y no se dejó avasallar por el empuje de El Fortín.

Sostenido por el trabajo formidable de Onraita en defensa, ganador de los duelos aéreos y terrestres en la mitad de la cancha, y con esa energía trasladada a los tres de punta encerró a El Fortín en su campo por unos cuantos minutos.

La intensidad de los dos Borda (cada uno en su territorio), Tus, Piarrou no tenían réplica del otro lado. Le faltaba para traducirlo en acciones concretas en los últimos metros la lucidez en el último paso que nunca puso encontrar en lagunero

Bianchi reventó el travesaño, adelantado por milímetros; en una mala salida de Ramírez, por poco Ríos no la clavó casi desde la mitad de la cancha; cabezazo de Martín que no se fue tan lejos.

Como contrapartida, teniendo mucho menos la pelota, soportando el trámite en propio campo, El Fortín respondió con una buena diagonal hacia afuera, pero floja definición de Bianciotto y zurdazo mordido de Colo desde el borde de área chica.

Cuando Junger apareció en la mitad de la cancha y con su claridad conceptual empezaba a sacar el equipo del fondo, a juntar las líneas, llegó el gol de Bolívar. Suele pasar...

Rechazo de Gastón Borda desde el círculo, se resbaló Larregina y el resto fue un unipersonal de Alfredo Troncoso: dejó sentado en el área a Ramírez, enfiló para el arco, desparramó a Mignone y Junger, y definió con un toque suave al palo derecho. Recontra - golazo.

Pudo haber sido algo más que una exclamación ese cabezazo de Junger en el punto del penal, en una pelota parada lanzada por Cisneros desde la derecha.

Ciudad primero avisó y después concretó: tiro libre de Martín que se fue cerca; Troncoso se la quiso pica a Ramírez, pero definió alto; después buscó a Martín con un cambio de frente, asistencia a Bianchi y salvada de Mignone, mientras Barrientos le hacía un penalazo a Gastón Borda.

"Suficiente" dijo Troncoso.

Se anticipó a Larregina (¿con plancha?), enganchó para la zurdo y la clavó en el ángulo derecho. Competencia en cuando a belleza y espectacularidad con el primer gol.

Como cierre de un primer tiempo sin respiro, Barrientos mandó un balón parado desde la derecha y Bianciotto -en clara posición adelantada- la clavó por encima de Beltramella. En la cancha hubo dudas, las imágenes de Canal Local (un par de minutos después) no dejaron lugar para ningún reproche.

Bolívar, aunque esta vez con dos goles en la reserva, repitió la propuesta de la cancha de Racing. Retrocedió 20 metros en la cancha, le cedió la pelota a El Fortín y se paró amenazante con los tres de punta al acecho.

Ramírez le dio vida a El Fortín, con un manotazo espectacular para evitar el gol de Bianchi y a partir del ingreso de Quimey Marín a las ganas le sumó la agresividad y la imprevisibilidad que le da un jugador diferente.

Beltramella se quedó con un zurdazo bajo de Bianciotto, pero poco pudo hacer para evitar la tercera obra de arte de la noche: Quimey buscó a Tolosa; el pequeño número "10" giró y con un derechazo la clavó por encima de Beltramella.

En el resultado El Fortín quedó a tiro, en el juego no tanto.

Más allá de la incertidumbre en el resultado, de las ganas, del empuje, de las variantes buscadas por Senzacqua desde el banco, no hubo asedio, tampoco situaciones claras.

En cambió Ramírez volvió a hacerse enorme para bajar del ángulo un tiro libre de Pablo Mujica desde la medialuna y una media vuelta de Troncoso besó el palo derecho.

A El Fortín le quedó como última ficha ese centro de Ponce desde la derecha y el zurdazo de Barrientos entrando por el segundo palo que se fue muy arriba.

Ciudad se fue con el boleto en el bolsillo. Queda sólo uno para tres aspirantes.

Racing y El Fortín lo buscarán mano a mano. Con el cuerpo en el Parque Olavarría, pero los dos oídos puestos en el Estadio Municipal "Eva Perón" de Bolívar.