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Desde hace un largo tiempo la figura de Emmanuel Carrére está vinculada a la polémica. La última tiene que ver con las declaraciones de su ex esposa, de quien el autor se divorció mientras escribía "Yoga", quien aseguró que no se respetó el acuerdo que ambos firmaron para que no sea utilizada como personaje.

"Durante los años que hemos vivido juntos, Emmanuel podía utilizar mis palabras, mis ideas, entrar en mis duelos, mis penas, mi sexualidad", declaró su ex esposa a medios de prensa europeos. Desde todo punto de vista "Yoga" es un libro que supera toda disputa y eso es porque el autor se vale de diversas cuestiones que van de lo personal hacia la ficción, para hacer que todo tenga sentido.

Con la intención de escribir un libro sobre el yoga, el escritor francés participa de un retiro de meditación por 10 días. "Mi único problema real era un ego molesto, despótico, cuyo poderío aspiraba a reducir, y la meditación sirve justamente para eso" explica el autor, y describe minuciosamente todo el proceso que lo llevó a encontrarse en esa situación.

Entre las posturas necesarias para alcanzar conectar, las experiencias con el taichi, la entrevista que lo lleva a idear el libro, la necesidad de salirse de esa estabilidad doméstica, Carrére reflexiona y busca respuestas a sus devaneos existenciales. "Mi triste historia particular puede llegar a ser universal" argumenta, y siente que de alguna forma la comodidad a la que ha llegado en los últimos años lo asfixia.

Luego, la narración va cambiando y la masacre cometida contra la revista Charlie Hebdo por fanáticos religiosos se mete de lleno la vida del autor. Desde allí todo irá volviéndose una montaña rusa de sentimientos, por lo cual deberá internarse durante un tiempo en una institución psiquiátrica.

A mitad de camino entre lo biográfico, una obsesión de Carrére, y la ficción, "Yoga" es un libro reflexivo, descarnado, trágico y sobre todo desesperado. Y remarco ésto último: el francés desea ser el mejor escritor y lo quiere a cualquier precio. En ese camino, no escritura, no desequilibra y sin una trama posible va llevando las riendas de su relato de la forma en que le va surgiendo. "Tengo una convicción, una sola, relativa a la literatura; bueno, al género de literatura que practico: es el lugar donde no se miente", es lo que asegura en las primeras páginas.

El libro de Carrére puede ser tranquilamente un ensayo de una novela que está más allá del lector, pero que el autor nos permite vislumbrar. Quizá no sea más que un hombre que sigue buscando un reconocimiento que siente que le es esquivo.

Pero sin dudas "Yoga" es un libro necesario para entender que los escritores también son personas y que luchan con sus demonios como todos nosotros. "Yo me salvo de la tristeza con la ironía" afirma Carrére, y el lector podrá sacar sus propias conclusiones.