El informe, dado a conocer por el citado instituto con sedes en Bizkaia y Gipuzkoa, indica que los efectos del cambio climático se trasladarán de esta forma a la cadena trófica marina, lo que podría conllevar una reducción de los peces en ciertas regiones del planeta.

Los efectos del cambio climático previstos para el período 2080-2100 apuntan que los océanos sufrirán un incremento por encima de 2 grados centígrados de promedio a nivel global en su temperatura superficial.

Entre las consecuencias de dicho calentamiento, destacan los cambios en la circulación oceánica y la mayor estratificación de la columna de agua, que afecta la disponibilidad de nutrientes para el crecimiento del fitoplancton marino.

Las consecuencias

Consecuencia de ello, apunta el grupo de investigación liderado por AZTI-Tecnalia, es que también se verán afectadas la biomasa generada por el fitoplancton, organismos unicelulares fotosintéticos que se encuentran en suspensión en el océano, y la producida por el zooplancton, compuesto de pequeños organismos animales que se alimentan principalmente del fitoplancton y que, a su vez, son alimento para los peces.

El informe estima que la biomasa de zooplancton decrecerá en mayor medida que la de fitoplancton y que dicho proceso tendrá lugar principalmente en los océanos tropicales, que cubren un 47 % de la superficie del océano global.

La afección del cambio climático a las biomasas de fitoplancton y zooplancton tendrá importantes diferencias según las distintas regiones del mundo.

El informe estima que mientras en los mares del centro y sur de Europa (Mar del Norte y Nordeste Atlántico) la mayor estratificación térmica de las capas de agua del océano conllevará una disminución de la producción de fitoplancton, en los mares Báltico y de Barents y en el Mar Negro se espera un incremento de dicha producción.

Fuente EFEverde