Rodrigo Fernández/ rfernandez@elpopular.com.ar

Cuando Michel Houellebecq irrumpió, me parece que esa la mejor forma de describirlo, con sus novelas los lectores nos encontramos con un autor absolutamente polémico que no dudaba en escribir lo que sus personajes pensaban. Quizás muy cerca y muy lejos de los pensamientos de la sociedad francesa, que se horrorizó primero y luego se violentó contra el escritor que había vuelto a poner al país en boca de todo el mundo. Houellebecq es un provocador, un artista que sabe cómo hacer que se te muevan las tripas cuando lo lees. Sin embargo no deja de ser sincero con su escritura.

En su nueva novela el protagonista es Florent, un hombre de 46 años que llega a un punto de su vida en el que comienza a hacerse preguntar. Vive en un buen piso junto a su novia, un trabajo estable y por el que gana muy buen dinero, una suma considerable en el banco y viajes laborables que se vuelven de descanso. Sin embargo hay algo que no lo deja descansar en paz. Cómo ha llegado hasta ese lugar de comodidad, cuáles han sido las decisiones que lo llevaron a compartir su vida con una presuntuosa mujer mucho más joven que él.

Florent necesita comprender qué cosas así para llegar adonde llegó. Así se embarca en solitario en un viaje hacia el pasado por lugares y personas que fueron parte de su vida. Él sabe que está en crisis, de la misma forma que se encuentra Francia, y la vida parece escapársele de las manos. Se siente cansado, confundido, a veces triste.

Por eso recurre al médico, quien le receta un fuerte medicamento para combatir su incipiente depresión. Pero hay una contraindicación: anula la líbido.

Florent ha perdido el deseo pero no deja de ser un observador atento de todo lo que sucede a su alrededor. Aunque a veces no sea necesario.

En "Serotonina" Houellebecq busca explicar las razones de un hombre agotado emocionalmente que, atrapado en un vida casi no deseada, intenta desprenderse de ella de la forma mas simple: abandonarla para ser sólo un viajero de sí mismo.

Por momentos polémico, debido a su crudeza, el escritor francés intenta asustar al lector y sin embargo muestra una arista que lo hace absolutamente humano. Si su intención es molestar o generar cierta incomodidad a veces lo logra y otras no. Pero todo es en función de lograr una novela lo mas real e intensa posible. En ese sentido no hay dudas. Michel Houellebecq es uno de los grandes escritores de su tiempo.