La Eucaristía tuvo lugar en la catedral Nuestra Señora del Rosario y fue concelebrada por el vicario general, presbítero Juan Carlos López, y el vicecanciller, presbítero José Castillo.

"En una misma y única misa podemos, por un lado, dolernos con aquellos que están dolidos, llorar con los que lloran", expresó el obispo, afirmando que "el corazón humano tiene capacidad para vivir todos estos sentimientos".

"Qué lindo que nuestro corazón, por ser imagen del corazón de Dios, sea capaz de solidarizarse en cada situación y circunstancia para llorar con el que llora, dolernos con aquellos a los que le duele algo, celebrar y reír con quienes celebran", manifestó.

Monseñor Canecín recomendó leer con atención la declaración de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina y "ver con las comunidades de base qué se está haciendo ya por la vida en todas sus etapas". Además, animó a, decididamente y en forma creativa, "iniciar y concretizar acciones" ya sea a través de la Pastoral Familiar, la Pastoral Juvenil, Cáritas, Pastoral de la Salud, Conin o Grávida, en todos los departamentos de la diócesis de Goya.

El obispo invitó a empezar hoy a tratar estos temas en toda la diócesis: "Hagámoslo objeto de todas nuestras reuniones e involucrémonos todos", convocó.

Citando el comunicado titulado "Vale Toda Vida", de los obispos argentinos, expresó: "Como Iglesia hemos participado procurando un diálogo iluminador sin considerar enemigos a quienes pensaran distinto", y sostuvo que "como sociedad argentina nos toca ahora asumir y trabajar las nuevas divisiones surgidas entre nosotros a partir de este proyecto, a través de un renovado ejercicio del diálogo".

Por otro lado, haciéndose eco del mensaje del Episcopado, agradeció "a los senadores, organismos e instituciones que se han pronunciado en defensa de la vida" y destacó que "el diálogo ecuménico e interreligioso ha crecido en este tiempo, aunando esfuerzos para proteger la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Agencia AICA