LUIS RUBIALES, presidente de la Federación Española de Fútbol, se queda cada vez más solo. El pasado viernes compareció ante la Asamblea Extraordinaria de la entidad por el polémico acto tras la coronación de la Roja en el Mundial de Fútbol Femenino, al darle un beso en la boca a la jugadora Jenni Hermoso. Y cuando se pensaba que presentaría su renuncia, redobló la apuesta y expresó con vehemencia su decisión de no dimitir.

Su discurso generó incómodos aplausos en el recinto donde intentó justificar su repudiable conducta y se disculpó por tomarse los genitales en el gol que le dio la victoria a España ante Inglaterra, en el palco que compartía con autoridades reales. Entre quienes lo aprobaron estuvieron los entrenadores de las Selecciones de España de mujeres y de varones: Jorge Vilda y Luis de la Fuente, respectivamente.

Este lunes se conoció que su madre, Ángela Béjar, inició una huelga de hambre para protestar por lo que considera una "cacería inhumana y sangrienta", al tiempo que hubo un claro gesto de quita de respaldo por parte de la UEFA, de la que Rubiales es vicepresidente.

El pasado viernes, la Federación Española envió una carta al ente que preside Aleksander Ceferin, en la que se denunciaban injerencias políticas por lo que generó el beso de la discordia. Pero el organismo europeo decidió no tomar intervención ni enviar la protesta a la FIFA para que se pronuncie al respecto.

A LUIS RUBIALES TODOS LE SUELTAN LA MANO

Según el diario As, de España, en Suiza, donde está la se de de la UEFA, esperan una decisión oficial del gobierno de España para dar su opinión definitiva, pero sería un hecho que el dirigente ibérico será removido del comité ejecutivo y de sus funciones en el organismo europeo.

Se trata de una semana decisiva en la que habrá sorteo de Champions League, además de entregarse los premios UEFA anuales. La intención de Ceferin es que no se opaque la gala con el caso Rubiales.