En una sesión especial de emergencia este martes, la Asamblea General de las Naciones Unidas rechazó el veto estadounidense y aprobó con una mayoría aplastante una resolución que insta a un alto el fuego inmediato en Gaza, donde la guerra entre Israel y Hamas ha dejado más de 18,000 personas muertas en tres meses.

La votación contó con el respaldo de 153 naciones, mientras que 10 votaron en contra y 23 se abstuvieron. La resolución no solo exige el cese de hostilidades, sino que también llama al respeto del derecho internacional y garantiza el acceso humanitario a los rehenes, instando a su liberación "inmediata e incondicional".

Aunque las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, representan una fuerte declaración política y moral de la comunidad internacional. Esto marca un rechazo claro al veto emitido por Estados Unidos la semana pasada en el Consejo de Seguridad de la ONU, que bloqueó una medida similar.

La situación humanitaria en Gaza es alarmante, con médicos y grupos de ayuda expresando su preocupación sobre la escasez de suministros médicos, alimentos y agua. Más de 100 rehenes se cree que están cautivos en Gaza, y la infraestructura vital se encuentra en ruinas.

A pesar de las advertencias de las Naciones Unidas sobre el riesgo de un colapso del sistema de apoyo humanitario en Gaza, Israel, respaldado firmemente por Estados Unidos, ha rechazado llamados a un alto el fuego, insistiendo en continuar su campaña militar contra Hamas.

La resolución de la Asamblea General se suma a la creciente presión internacional para poner fin al conflicto y abordar la crisis humanitaria en Gaza. La comunidad internacional, a través de esta votación, envía un mensaje claro de solidaridad y urgencia para detener el sufrimiento de la población civil en la región.