Desde el área de Seguridad Vial, que depende de la Subsecretaría de Seguridad de la Municipalidad de Olavarría, el ingeniero Agustín Falivene dio detalles sobre las faltas de tránsito más comunes en las calles de nuestra ciudad, y expuso su preocupación por el uso de teléfonos celulares y el consumo de alcohol.

"La falta de papeles es lo que más se detecta, pero lo que genera riesgo se ve mucho uso del teléfono celular", refirió Falivene a Canal Local. Amplió así que los conductores usan el celular "en todo sentido, escuchando un mensaje, hablando por teléfono, mandando un mensaje, se ve mucha gente cabeceando para abajo, o tienen el celular entre las piernas, en la mano abajo para que no lo vean. Eso se observa mucho, no solamente en los controles sino cuando uno va circulando".

Además refirió que "el exceso de velocidad, con la configuración y el tamaño de las calles y avenidas de nuestra ciudad también se observa bastante. El exceso de velocidad mayor es la posibilidad del impacto y que haya personas heridas".

Por otra parte Falivene indicó que, en el marco de la pandemia y con el cierre de locales nocturnos la cantidad de alcoholemias positivas se redujo notablemente en relación a años anteriores, y el promedio mensual actualmente es entre 40 y 50 casos. "Llama la atención que arriba del 95 por ciento son hombres", mencionó. Y además planteó su preocupación porque el promedio de alcohol en sangre que se detecta en los testeos positivos duplica el límite máximo para conductores de vehículos, que es 0.5 g/l de alcohol en sangre.

En este sentido, además de convocar a las vecinos olavarrienses a no ingerir alcohol antes de conducir, abogó porque la legislatura bonaerense avance en el proyecto que promueve que "para conductores particulares de vehículos sea 0 el porcentaje, porque eso bajaría un montón en nivel de daños, choques, muertes. El alcohol está muy involucrado en los siniestros fatales", indicó Falivene.

Prioridad peatones

Entre el pasado lunes y mañana se extiende la 6ª Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, que este año lleva como lema "Calles para la vida" (Streets for Life). El propósito es hacer un llamado a que el límite máximo para circular en calles sea de 30 km/h, y hasta el momento es de 40 km/h.

"No hay una única solución para reducir los siniestros viales. Como depende de varios factores la solución va a depender de varias medidas, entre ellas una de las más importantes es la reducción de la velocidad en la que se circula", refirió el ingeniero Marcos Pascua, tesista en Seguridad Vial.

Pascua refirió que uno de los últimos informes publicados por la Organización Mundial de la Salud, que adhirió a la campaña de la ONU en la Semana de la Seguridad Vial, "se establece que una persona que es embestida a 50 km/h tiene 80 por ciento de posibilidades de morir en el impacto; mientras que otra persona que es embestida a 30 km/h, la posibilidad de morir se reduce a un 10 por ciento".

"Si se establece que los vehículos tienen que circular a menor velocidad, se le va a dar más posibilidad de circular a los peatones y va a ser menos peligrosa la circulación de ciclistas también. Es muy importante si se quiere avanzar en ciudades que empiecen a privilegiar más a las personas y no tanto a los autos", expresó el ingeniero civil.

"Cada año más de 1,3 millones de personas mueren en accidentes de tráfico, esto es 1% cada 24 segundos", indicó Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud, en el inicio de la conferencia de lanzamiento de la Semana de Seguridad Vial. "Necesitamos una nueva visión para crear ciudades seguras, saludables, verdes y habitables. Las calles de baja velocidad son una parte importante de esa visión", agregó.

"La evidencia muestra que limitar la velocidad de conducción a 30 km/h reduce significativamente las muertes y lesiones causadas por el tránsito. También promueve estilos de vida más saludables a través de caminar y andar en bicicleta y disminuye la contaminación del aire y el ruido", explicó Adhanom.