"Esta idea la veníamos manejando hace un tiempo para acompañar el trabajo anual del CEF N° 66. Pudimos integrar a muchas de las chicas que estaban entrenando en esa institución y que no lo pueden hacer porque no se brindan las clases, ya que pertenece al sistema educativo", explicó la técnica albiceleste.

"Pasó mucho tiempo hasta poder volver a picar la pelota y están entusiasmadas con la posibilidad de volver a la cancha", repitió Ciappina.

"Cuando volvés a la cancha es emocionante, más para los que son más grandes, que por ahí no tienen tanta actividad continuada como un chico o una chica. Más porque están practicando un deporte que siempre les gustó", señaló la entrenadora. "Y se siente mayor satisfacción teniendo en cuenta el contexto de pandemia, donde por mucho tiempo las actividades estuvieron cortadas", agregó la profesora.

"Esta enfermedad nos movilizó a todos y hay que valorar la actividad física como una de las cosas que a muchos les hizo un ‘click’ en su vida. Practicar un deporte no sólo tiene que ver con la práctica, sino también con lo social", sostuvo.

"Esta pandemia nos deja muchos aprendizajes y uno de esos es valorar las cosas que nos gustan y compartir", sumó Ciappina.

El protocolo para la práctica es similar al de las divisiones formativas: respetar el máximo de jugadores por turno de entrenamiento; y tener cuidado a la bioseguridad (uso obligatorio de barbijo antes de los ejercicios y uso individual de botellas de hidratación).

"Más que entrenamientos buscamos que se dispersen, pasen un buen momento y que se mantengan en movimiento. Pasa por una cuestión más de disfrute", concluyó Ana Paula Ciappina.