Antes de desatarse el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania Andrés Malamud había escrito en su cuenta de Twitter que "en la mesa de Ucrania Estados Unidos no tiene nada que ganar, China no tiene nada que perder, Rusia gana con el empate y Europa está en el menú".

Con los hechos consumados, las tropas rusas rodeando la capital Kiev, muertos de ambos lados, y el mundo implorando por una salida pacífica de este conflicto entre dos naciones que tienen mucho en común, el politólogo olavarriense dejó reflexiones interesantes sobre el contexto que disparó una nueva tragedia humanitaria en suelo europeo.

Andrés Malamud es doctor en ciencias políticas, investigador en la Universidad de Lisboa y una de las voces más escuchadas tanto en el campo académico como en medios argentinos cuando se sacude el tablero político nacional o global.

En charla con "Cacho" Fernández analizó hasta dónde van las raíces de esta pugna en el este europeo que tiene a todo el mundo en estado de alerta.

"Vale la pena recordar que Rusia nació en Kiev, la capital de Ucrania. El primer lugar que se llamó 'Rus' en el mundo fue Kiev, una palabra que significa 'remeros' en vikingo, quienes llegaron a ese territorio y formaron el 'Rus' hace 1200 años" señaló. 

Anclado en la historia, acotó que "de ahí se extendieron los eslavos más hacia el oriente y fueron fundando pueblos en lo que hoy es Rusia. De hecho para ellos, para los rusos, Ucrania es su cuna. Ellos dicen que están volviendo a casa, que no se están expandiendo".

Hecha esta introducción, para adentrarse en el conflicto Malamud recordó que "la acusación de Putin es que el gobierno de Ucrania que funciona en Kiev está poblado de nazis. Y hay algunos, es verdad, que reprimen y masacran a las poblaciones rusas de oriente. Su argumento para incursionar en esta guerra es que está defendiendo a los rusos en un estado fallado".

"Por supuesto que Ucrania tiene existencia real y está reconocido. Es más, Ucrania era miembro de las Naciones Unidas cuando formaba parte de la Unión Soviética. Por un truco de (Iosif) Stalin la URSS tenía tres votos en la ONU: la Unión Soviética en sí misma, Ucrania y Bielorrusia, que formaban parte de la Unión Soviética y al mismo tiempo votaban como estados independientes" dijo.

No siempre es fácil entender la situación europea con la mirada sudamericana. España tiene en su territorio nacionalidades como la vasca y la catalana; el territorio belga tiene sesgos franceses, neerlandeses y alemanes.

En el análisis de la trayectoria de Putin, Malamud dio el ejemplo más claro de todos: "Es muy compleja la política europea, porque tiene estados y semiestados. Pensemos en Gran Bretaña, que tiene cuatro selecciones nacionales de fútbol (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte)". 

"En ese sentido es mucho más complicado que América Latina, donde hay un país, una selección, una bandera y se terminó. En Europa es todo gris, y Putin está aprovechando esa 'grisura' para decir 'estos son rusos, tienen nuestra lengua, nuestra etnia y están siendo oprimidos' ante la mirada de Occidente".

Según Malamud Rusia cuenta con un socio pegado a Ucrania y Putin aspira a algo similar en territorio ucraniano.

"Bielorrusia es un estado satélite de Rusia y su dictador, Lukaschenko, es un satélite de Putin. Lo que Putin quiere hacer en Ucrania es algo parecido a Bielorrusia, y si no hace eso por lo menos que no sea un estado hostil, que no se integre a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) que es el enemigo de Rusia, o a la Unión Europea que es su rival" indicó.

"Lo que está haciendo, entonces, es defender los intereses en materia de seguridad de la 'Madre Rusia'. Como no puede ofrecer reformas económicas o prosperidad económica, ya que Rusia está estancada, lo que ofrece es nacionalismo. Y el nacionalismo es el último recurso de los ineptos" disparó.

Al analizar la personalidad de líder ruso, Malamud opinó que "no es tan totalitario, porque está muy interesado en la opinión pública interna. Es como Galtieri, que conducía un gobierno autoritario, pero no era totalitario". 

"A Galtieri le interesaba la opinión pública; en parte por eso tomó las Malvinas, además de que era un militar y un borracho. El quería que el pueblo lo vive en la plaza, porque garantizaba su estabilidad en el poder. Perdió la guerra, perdió el pueblo y perdió el poder" afirmó.

"Con Putin es algo así. En Rusia no hay democracia, pero tampoco es un régimen totalitario, le interesa la opinión pública y esa opinión pública quiere la defensa de Rusia de los países limítrofes, por lo tanto lo que está haciendo Putin es popular" resaltó.

Malamud definió al sistema político ruso como un autoritarismo competitivo. 

"No se trata de una democracia; la cancha está inclinada. Putin esmerila a las instituciones de control, las subordina; envenena a opositores, a periodistas. Tampoco es la Unión Soviética, donde mataban a millones de personas, las mandaban al Gulag o a Siberia. Putin no tiene tanto poder para hacer eso, entonces tiene que usar la zanahoria, no solamente el palo".

Trazó un paralelo entre esta respuesta del presidente ruso con la de Hitler que detonó la Segunda Guerra Mundial.

"Lo que está buscando Putin es un cinturón desnuclearizado, desarmado, que no pertenezca a la OTAN en las fronteras con Rusia y la excusa es defender a los rusos étnicos, que es la misma excusa que usaba Hitler cuando hablaba de 'espacio vital' y de defender a los alemanes étnicos que vivían en los sudetes de Austria, en los checoeslovacos y en otros países" comparó.

"Es la defensa étnica y la defensa étnica no es la defensa territorial. Dice 'no me importa dónde está la frontera dibujada'. Donde hay un ruso es Rusia, donde había un alemán era Alemania. Ambos argumentos se parecen mucho" sintetizó.

El reconocido politólogo se despegó de las críticas teñidas de politiquería de la oposición sobre la postura del gobierno argentino en este conflicto.

En una síntesis apresurada, desde la derecha se pedía copiar la reacción de Estados Unidos y sus socios de la UE y desde la izquierda todo lo contrario.

"No puedo decir si me gustó o no, pero lo menos que puede hacer un país irrelevante en este conflicto como el nuestro es no meterse en problemas. Defender el derecho internacional y la solución diplomática; derecho internacional siempre, la solución diplomática también, incluso cuando sabemos que podría no funcionar" opinó.

Aunque parezca una contradicción, Malamud desmenuzó esta última reflexión: "Putin no quiere la guerra, Estados Unidos no quiere la guerra, Europa menos que nadie. Si la guerra ocurre es un error de cálculo, porque alguien se pasa de la línea y el otro no puede aceptarlo. Pero la guerra no es el objetivo de nadie".

Se refirió a lo que significa esta conflagración en Europa, que tiene otra vez un conflicto bélico en su territorio.

"Hay muchísima preocupación. Las potencias mueven las piezas, juegan al ajedrez, pero Europa es el tablero. Cualquier cosa que pase, son sus hijos los que van al frente en una guerra y además va a sufrir las consecuencias energéticas y económicas" subrayó.

"La mayor parte del gas que alimenta a los hogares europeos, que produce electricidad, viene de Rusia. Europa es profundamente dependiente de Rusia. Alemania se calefacciona con el gas ruso, porque decidió no tener más centrales nucleares. Aún sin guerra hubiese sido un problema, porque igual habrían aumentado los costos y provocado una disparada inflacionaria. Es tremendo" marcó. 

Malamud reconoció que "Putin no quiere conquistar Europa. Estaría contento con que se disuelva la Unión Europea, pero su propósito en garantizar el control de las zonas cercanas a Rusia; para él Ucrania no es expansión, Ucrania es Rusia".