Según confirmó la Confederación Brasileña de Trabajadores de la Policía Civil (Cobrapol) en su página web, resolvieron paralizar sus actividades los sindicatos de los estados de Alagoas, Amazonas, Bahía, Espírito Santo, Minas Gerais, Pará, Paraíba, Pernambuco, Río de Janeiro, Rondonia, Santa Catarina, San Pablo y Tocantins.

Ante la huelga, el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, descartó la posibilidad de que la misma pueda extenderse a otras fuerzas debido a que la Corte Suprema ya dictó un precedente sobre la inconstitucionalidad de las huelgas de policías.

Cardozo dijo que en caso de que sea necesario, el gobierno puede enviar a la Fuerza Nacional de Seguridad Pública -integrada por miembros especiales de las diferentes policías- y las Fuerzas Armadas para garantizar el orden y la ley.

"No creo que ningún brasileño y ninguna brasileña quiera que la sociedad pague la cuenta de un proceso que tiene que ser de diálogo y de reivindicaciones", afirmó Cardozo en entrevista citada por la agencia EFE.

La huelga de policías coincide con una paralización de colectivos que desde ayer tiene lugar en San Pablo y que dejó a miles de ciudadanos sin transporte a menos de tres semanas de que comience el Mundial, que será inaugurado precisamente en la mayor ciudad brasileña.

La protesta es promovida por disidentes del Sindicato de Conductores y Trabajadores del Transporte Terrestre Urbano (Sindmotoristas) y provocó el cierre de 14 terminales de ómnibus, el bloqueo de calles y avenidas con decenas de vehículos atravesados y congestión en el tránsito.

El presidente de Sindmotoristas, José Valdevan, estimó hoy que están fuera de circulación unos 1.200 colectivos, que representan el ocho por ciento de la flota total de la ciudad.

A raíz del paro, que afectó a miles de usuarios y desbordó la capacidad de otros medios de transporte urbano, como trenes y el subte, la municipalidad suspendió hoy por segundo día la restricción de circulación de autos, que consiste en que vehículos con placas terminadas en números par e impar transiten por la ciudad en forma alternada.

Los colectivos quedaron guardados en 32 depósitos y los pocos choferes que no adherían al paro fueron amenazados por sus colegas, en una ciudad que sufre también huelga de docentes, consignó la agencia DPA.

El gobierno municipal, en tanto, buscaba hasta esta tarde salidas a la huelga que trastorna la rutina de la capital, y que fue lanzada ayer sin aviso.

Según el alcalde Fernando Haddad, los choferes que están en huelga usan tácticas similares a las de asaltantes o guerrilleros. "Es una guerrilla inadmisible; ¿cómo van a entrar en los autobuses y mandar a la gente a bajarse", dijo anoche en una entrevista televisiva, citó el sitio Brasil247.

La acción de los choferes también fue condenada por Valdevan: "Hay algo por detrás, hay un juego que busca desgastar al sindicato y su presidente; alguien está dirigiendo esto", aseguró.

Los choferes en paro no aceptaron la propuesta de reajuste salarial de 10 por ciento ofrecido por los empresarios del sector, y convalidado por las autoridades tras su aceptación en asamblea de trabajadores.

El secretario municipal de Transportes, Jilmar Tatto, señaló que podría accionar al Ministerio Público para que abra una investigación sobre el paro.

En ese marco, en Belem, norte de Brasil, manifestantes invadieron la sede donde se exponía la Copa del Mundo y lanzaron piedras contra el edificio que alberga la exposición.