China ha generado controversia al actualizar su Mapa Estándar en 2023, incluyendo áreas disputadas con India, Rusia, Taiwan y países del Mar de China Oriental y Meridional. Este movimiento refleja la estrategia del Partido Comunista Chino de utilizar narrativas históricas selectivas para respaldar sus pretensiones territoriales, respaldadas por un creciente poder militar.

La justificación china se basa en una interpretación sesgada de su historia, reclamando territorios como las Islas Senkaku y partes de Arunachal Pradesh en India. Estas afirmaciones se sustentan en mapas históricos propios y no tienen respaldo geopolítico ni histórico.

Historicamente, muchas de estas reclamaciones se remontan al periodo final de la dinastía Qing y a tratados desiguales posteriores. China busca afirmar sus intereses en momentos oportunos, como lo hizo con la Isla Heixiazi en 2004.

El objetivo principal de China es la unificación con Taiwan, desafiando el orden marítimo internacional y representando un desafío para Estados Unidos, Taiwán y Japón. Estos países han construido un cordón marítimo en la región para contrarrestar las aspiraciones expansionistas de China.

La estrategia de China de reescribir la historia para respaldar sus reclamaciones territoriales representa una amenaza para la estabilidad regional y el orden marítimo internacional.