Una expedición científica italiana ha realizado un hallazgo sorprendente en las gélidas aguas del océano Antártico. Equipos a bordo del rompehielos Laura Bassi han descubierto una cadena de volcanes submarinos, extendiéndose a lo largo de 50 kilómetros frente a las costas de la Antártida.

Los volcanes submarinos recién descubiertos alcanzan una altura impresionante de 1.500 metros sobre el lecho marino circundante, con sus picos sumergidos a 600 metros bajo el nivel del mar. Esta cadena montañosa submarina, ubicada a unos 60 km del continente antártico, presenta una anchura máxima de 15 km, revelando la magnitud de este fenómeno geológico.

Los análisis preliminares sugieren que esta cadena de volcanes submarinos podría tener un origen relativamente reciente en términos geológicos. Sin embargo, se necesitarán más estudios para comprender mejor la formación y evolución de estos impresionantes accidentes geográficos ocultos bajo el hielo antártico.

El descubrimiento se enmarca en el proyecto BOOST, financiado por el programa PNRA de investigación antártica y coordinado por la Universidad de Génova. Esta iniciativa representa un esfuerzo conjunto para explorar y comprender mejor los secretos del océano Austral y sus misteriosas formaciones geológicas.

El hallazgo de esta cadena de volcanes submarinos no solo ofrece una visión fascinante de la geología submarina de la Antártida, sino que también tiene importantes implicaciones ambientales y científicas. Además de su valor intrínseco para comprender la evolución geológica de la Tierra, estos descubrimientos podrían arrojar luz sobre el impacto del cambio climático en la región polar y su influencia en la dinámica de las placas tectónicas.