Un hombre residente de Maine, quien prefirió mantener su identidad en secreto, se enfrenta a una batalla legal con su familia después de ganar el premio del Mega Millions de 1.350 millones de dólares. La disputa gira en torno a las supuestas promesas incumplidas del ganador de compartir su fortuna con sus seres queridos.

Según documentos judiciales, la madre de la hija del ganador, identificada como Sara Smith, afirma que fue el propio ganador quien compartió la noticia de su victoria con la familia, contradiciendo la versión del ganador. A pesar de las supuestas promesas de compartir el premio, incluida la creación de un fondo fiduciario y apoyo financiero para gastos médicos, estas no se han materializado, lo que ha generado tensiones familiares.

El ganador argumenta que su relación con su familia se deterioró después de revelar su victoria, sin que ellos firmaran un acuerdo de confidencialidad, y niega haber compartido detalles sobre cómo planeaba usar el dinero. Además, acusa a la madre de su hija de intentar exponer su identidad y de acusarlo de intento de secuestro tras negarse a financiar unas vacaciones para ella y su pareja. La batalla legal continúa mientras las tensiones familiares persisten.

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