El Gobierno socialista de España ha emitido una orden para bloquear la popular plataforma de mensajería Telegram en el país, siguiendo los pasos de naciones como Cuba, Irán, Pakistán y China. Esta medida surge después de que Telegram se negara a entregar datos personales de sus usuarios al Gobierno español y cerrara miles de canales de difusión.

Telegram, reconocida por su alta encriptación y privacidad en los mensajes, ha sido utilizada como alternativa a WhatsApp en todo el mundo, particularmente en países con gobiernos opresores. Sin embargo, la negativa de la plataforma a cooperar con las autoridades españolas ha desencadenado la acción legal.

El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha ordenado el bloqueo cautelar de Telegram tras una denuncia de Mediaset, Antena 3, Movistar y Egeda, acusando a la plataforma de alojar contenido protegido por derechos de autor sin permiso. Pedraz considera esta medida como necesaria, idónea y proporcional, respaldada por el presidente socialista Pedro Sánchez, quien ha criticado a Telegram por albergar grupos neonazis y extremistas.

Aunque Telegram cuenta con unos 900 millones de usuarios en todo el mundo, incluyendo aproximadamente 8.5 millones en España, la plataforma se ha mantenido firme en su compromiso de no entregar información a ningún gobierno para proteger la privacidad de sus usuarios. Esta postura ha generado un intenso debate sobre la libertad de expresión y la privacidad en línea.

El fundador de Telegram, Pável Dúrov, quien creó la plataforma en 2013 después de enfrentar presiones del gobierno ruso, se ha comprometido a mantener la privacidad de los usuarios, incluso negándose a cerrar grupos de difusión de organizaciones como Hamás, en aras de proteger la libertad de expresión absoluta.