La rabia apenas contenida de los mineros se contagió a decenas de ciudades en el resto del país y se registraron choques policiales tanto en la capital, Ankara, como en Estambul y Esmirna, consigna un despacho de la agencia española de noticias EFE.

Especialmente en Soma, la actitud de las autoridades inflamó los ánimos, mientras ya no queda esperanza de hallar a supervivientes.

Erdogan, del partido islamista Justicia y Desarrollo (AKP), prometió una "investigación legal para clarificar" lo ocurrido pero no adjudicó responsabilidades y describió el accidente minero como fortuito, comparándolo con otras desgracias del pasado.

"Deberían ustedes saber cómo funciona la minería. En 1862 murieron 262 personas en una mina de carbón de Inglaterra, en 1866 fueron 361, en 1894, otros 290... En China murieron 1.549 en 1942, en Japón, 458 en 1963, en India, 372 en 1975. Este tipo de accidentes ocurre todo el rato", relató Erdogan.

"Se hizo una inspección de la mina en marzo pasado y no hubo irregularidades. Trabajar sin accidentes es imposible y esta mina es una de las mejores en cuanto a condiciones de seguridad", afirmó.

Para los sindicatos, en cambio, la causa de la tragedia es clara: las políticas de privatización y subcontratación, impulsadas por el gobierno del AKP desde su llegada al poder en 2002.

Cemalettin Sagtekin, miembro del Colegio oficial de Ingenieros y Arquitectos (TMMOB) denunció en la cadena CNNTürk las condiciones laborales de los mineros, que reciben salarios de apenas 1.200 a 1.500 liras turcas mensuales (unos 4.500 a 5.500 pesos).

"La causa de las muertes es la ambición descontrolada de los patrones. Los ingenieros que deben hacer los controles regulares reciben su salario de la misma empresa", acusó Sagtekin.

Lo ocurrido en Soma "no es un accidente. Es un crimen", dijo a la prensa Tayfun Görgün, presidente del sindicato minero Dev-Maden Sen.

"No había muertos cuando estas minas pertenecían a TKI, la empresa estatal del carbón; las muertes empezaron con la privatización. No son accidentes, son asesinatos", remachó.

Alp Gürkan, propietario de la minera Soma Holding, responsable del pozo en el que se produjo el accidente, había alardeado hace dos años con la bajada de los costos de explotación, una vez que se decidió privatizar la mina en 2005.

"Antes, sacar una tonelada de carbón tenía un costo de 130-140 dólares, y ahora nos hemos comprometido a hacerlo por 23,80 dólares", indicó Gürkan al diario "Hürriyet".

Turquía tiene la peor tasa de seguridad laboral de Europa, con una media de tres obreros muertos al día, y los accidentes mineros son un problema crónico.

Un estudio de la Universidad de Kirikkale señala a ese sector como el más peligroso del país, por delante del metalúrgico y la construcción, con 80 muertes al año.