Nicolás Maduro asumió su tercer mandato consecutivo entre denuncias de fraude y aislamiento internacional, respaldado por los militares y los poderes del Estado. Prometió un período de “paz” y defendió su gestión, asegurando que “siempre ha cumplido la Constitución”. Reiteró su lealtad al legado de Chávez y destacó la “resistencia heroica” de Venezuela frente al imperialismo