Normandía se prepara para conmemorar el 70 aniversario del "Día D"
Los preparativos para conmemorar un nuevo aniversario del denominado "Día D", se intensifican en Francia a dos días de un evento cuyo acto principal se realizará en Oueistreham y que contará con más de 8.000 invitados.
Entre ellos estará el anfitrión presidente francés, Francois Hollande; el estadounidense Barack Obama; el ruso Vladimir Putin; la canciller alemana Angela Merkel; el premier británico David Cameron; y los mandatarios de Canadá, Australia, Grecia, Italia, Nueva Zelanda, Polonia, República Checa y Eslovaquia.
Asimismo, asistirán la Reina Isabel II de Inglaterra y los reyes de Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega y el Gran Duque de Luxemburgo.
El evento, que genera críticas por su costo, contará con un operativo de seguridad superior al de un G7 o G20: En total, más de 12.000 efectivos, entre militares, gendarmes y policías.
En toda la costa normanda sobre el Canal de La Mancha, miles de voluntarios participan de los preparativos para conmemorar la operación Overlord, que permitió el desembarco de 130.000 hombres en un día (3.000.000 en un mes), escoltados por 10.000 aviones y 5.000 barcos.
El viernes por la mañana, Hollande realizará el primer acto en homenaje a las 60.000 víctimas civiles de los bombardeos aliados en las ciudades costeras de Normandía y Calvados entre 1944 y 1945 para preparar el desembarco, en el memorial de Caen, ciudad devastada durante ese periodo.
Luego, el mandatario galo participará junto a Obama de la ceremonia franco estadounidense en el cementerio de Collevile-sur-Mer, donde yacen cerca de 10.000 soldados estadounidenses.
Los dos presidentes se arrodillarán frente a la tumba de los hermanos Roosevelt, el general Theodore Roosevelt Jr., hijo del presidente estadounidense, quien reposa al lado de su hermano Quentin, muerto en la Primera Guerra Mundial.
Al mediodía, los jefes de Estado compartirán un almuerzo en el castillo de Bénouville, donde funcionó una maternidad y una radio clandestina durante la Segunda Guerra y sirvió de escondite para la Resistencia gala, junto a un veterano de guerra de cada uno de los países aliados.
A las 14.30 (9.30 de Argentina), tendrá lugar la ceremonia internacional en Oueistreham, en la playa de Sword Beach, lugar escogido por ser el único donde el comando francés Kieffer, de 177 hombres, formó parte del desembarco junto a militares británicos.
En este tipo de conmemoración internacional, que se organiza cada 10 años, los veteranos ocuparán el viernes un lugar central ya que probablemente sea la última oportunidad de participar para los protagonistas de la batalla.
Un centenar de antiguos combatientes franceses y alrededor de 800 veteranos aliados (en su mayoría británicos y estadounidenses) fueron invitados con sus familias a la ceremonia en Oueistreham, quienes llegarán desde París en un tren especial.
Aviones, buques de guerra, barcos de desembarco, militares vestidos de época, los míticos Jeep, tanques y otros blindados, junto a un espectáculo de paracaidistas y un millar de músicos militares participarán también.
La escenografía retratará en cuatro actos los hechos históricos: "Europa ocupada", "El día más largo", "El largo camino de la victoria" y Los caminos de la paz y la construcción europea".
Por la tarde, Hollande junto a su homólogo de Polonia, Bronislaw Komorowski, presidirán una ceremonia en el cementerio polaco de Urville-Langannerie.
En tanto, el primer ministro francés Manuel Valls, presidirá dos ceremonias: por la mañana la franco británica en el cementerio británico de Bayeux, y por la tarde la franco canadiense en el Memorial de Juno Center.
La participación de Obama y Putin, con la crisis ucraniana como telón de fondo, le agrega un toque de tensión a la conmemoración, pero ninguna reunión está prevista entre ambos.
Por eso, para evitar que los mandatarios se crucen mañana en París, Hollande cenará dos veces, una con cada mandatario.
Primero, a las 19 con Obama en un restaurante parisino para discutir de las crisis en Ucrania y Siria, según la agenda presidencial, y dos horas después en el Elíseo con Putin.
Desde el gobierno socialista, sostienen que las celebraciones, que se extenderán hasta el 21 de agosto, incrementarán el turismo un 60% (ocho millones de turistas en 2014) y dejarán ganancias por 4.000 millones de euros, pero sobre todo "será la ocasión para Normandía de mostrar al mundo su dinamismo y su voluntad de construir el futuro sin olvidar la historia".