Una resolución en ese sentido fue aprobada por unanimidad incluso por China y Rusia, que interpusieron su veto en cuatro proyectos de resolución anteriores de los países occidentales desde el inicio del conflicto sirio hace más de tres años.

El traslado se llevará a cabo a través de cuatro puntos: dos en Turquía (Bab al-Salam y Bab al-Hawa), uno en Irak (Al Yarubiyah) y otro en Jordania (Al-Ramtha). El cargamento de los camiones será sometido antes a un "mecanismo de control" establecido por la ONU "con el fin de confirmar la naturaleza humanitaria del cargamento" y las autoridades sirias serán simplemente informadas.

Según el texto, el Consejo "decide que las agencias humanitarias de la ONU y sus socios están autorizados a seguir itinerarios a través de las líneas de acceso y los puntos de pasajes fronterizos de Bal al-Salam, Bab al-Hawa, Al Yarubiyah y Al-Ramtha, además de los que ye están en uso", con el fin de ayudar a civiles "por las vías más directas".

Esta autorización es válida por seis meses y luego el Consejo deberá renovarla.

La resolución también exige a los beligerantes que faciliten la entrega de esta ayuda "sin trabas" y garanticen la seguridad de los ayudantes humanitarios.

La ONU estima que este sistema debería permitir abastecer con alimentos y medicamentos a entre 1,3 y 1,9 millones de civiles adicionales en zonas tomadas por los rebeldes. Por ahora la mayor parte de la ayuda humanitaria llega a Damasco y la aprovechan las regiones dominadas por las fuerzas gubernamentales.

Según Naciones Unidas, 10,8 millones de sirios necesitan ayuda. Sin embargo los trabajadores humanitarios no logran llegar a 4,7 millones de ellos.

Unos tres millones de sirios se han refugiado en los países vecinos debido a un conflicto que ha dejado más de 150.000 muertos desde marzo de 2011.

El texto prevé "medidas adicionales en caso de no respeto por una u otra de las partes sirias" de la nueva resolución o la precedente, sin dar más detalles. En este caso, se precisaría una nueva decisión del Consejo, que Rusia podría bloquear.

Las negociaciones sobre el texto duraron cinco semanas. Moscú proponía un control de los camiones con la participación del gobierno sirio. Pero los occidentales rechazaban esta propuesta debido a temores de que Damasco enlentezca la entrega de ayuda, como denuncia regularmente la ONU.

La resolución no fue tan lejos como deseaban sus promotores, Australia, Luxemburgo y Jordania, que querían una liberación total de la frontera de Siria.

Al principio, los occidentales buscaban alcanzar una resolución utilizando el artículo 7 de la Carta de las Naciones Unidas, que prevé sanciones económicas y el uso de la fuerza para hacer respetar una decisión del Consejo. Pero Moscú y Pekín no estaban de acuerdo.

El gobierno sirio se mostró amenazante. Y afirmó que consideraba como una agresión traspasar su frontera sin un previo acuerdo.

AFP