Un sacerdote católico estadounidense se casó con una joven de 18 años después de viajar con ella a Italia durante el verano. Esta inesperada unión ha generado un gran revuelo en la comunidad católica y ha llevado a medidas disciplinarias por parte de las autoridades eclesiásticas. La historia de Alex Crow ha captado la atención de los medios luego de que se conociera su romance con Taylor Victoria Harrison, una joven que acababa de graduarse de la escuela McGill-Toolen Catholic High en Alabama. A pesar de no ser profesor en dicha escuela, el sacerdote había visitado en ocasiones la institución para impartir clases de teología a los estudiantes. Sin embargo, estas acciones han generado rechazo por parte de la comunidad católica, llevando al arzobispo Thomas J. Rodi a suspender al sacerdote, calificando sus acciones como "totalmente inapropiadas". 

Además, se le ha prohibido actuar, vestirse o ejercer como religioso, tras conocerse su relación con la joven. La noticia de la unión entre el sacerdote y la joven se hizo pública luego de que una carta de amor dirigida a él fuera descubierta. Este hecho provocó una investigación sobre la relación, ya que el sacerdote podría haber estado involucrado románticamente con una estudiante que aún no había recibido su grado escolar. A pesar de que el fiscal de distrito del condado de Mobile cerró la investigación sobre posibles irregularidades criminales en la relación, la controversia no cesó. Se reveló que la pareja había viajado a Europa durante el verano y posteriormente regresado a EE. UU., donde se casaron, como lo confirmó un certificado registrado en la oficina de un juez de Alabama. Este escandaloso caso ha generado un gran impacto en las redes sociales y ha provocado múltiples reacciones. 

La Arquidiócesis también anunció que es probable que Crow sea laicizado por el Vaticano, lo que implicaría su destitución como miembro formal de la Iglesia Católica. En resumen, la historia de Alex Crow y Taylor Victoria Harrison ha generado un gran revuelo y ha llevado a medidas disciplinarias tanto a nivel local como eclesiástico. La controversia continúa en torno a este inusual romance, el cual ha desencadenado un debate sobre la conducta apropiada en el ámbito religioso.