El Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) informó que durante más de tres semanas de bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, aproximadamente 3.500 niños palestinos han perdido la vida. Según Unicef, el enclave se ha convertido en un lugar devastador para miles de niños y niñas, siendo descrito como "un cementerio".

 El organismo de la ONU hizo un llamado urgente para poner fin a esta tragedia y solicitar un alto el fuego humanitario inmediato. Las cifras son alarmantes y aumentan diariamente, según James Elder, portavoz de Unicef. Los niños en Gaza se enfrentan a amenazas que van más allá de los bombardeos, como la escasez de agua. Hamas, por su parte, afirmó que al menos 3.554 niños y niñas han perdido la vida en Gaza, junto con más de 8.525 palestinos en general, desde que comenzaron los ataques de Hamas en Israel. La deshidratación y la falta de agua representan una creciente amenaza para la vida de los niños, especialmente los lactantes. Elder mencionó el caso de los hijos de una compañera de Unicef, Nesma, quienes piden desesperadamente agua limpia mientras solo tienen acceso a agua salada. La situación es desgarradora y Nesma expresó su angustia al ver a los niños luchando por conseguir agua limpia. 

Este conflicto tendrá consecuencias a largo plazo y traumas que afectarán a varias generaciones, según Elder. Antes de esta pesadilla, más de 800.000 niños en Gaza, que representan tres cuartas partes de la población infantil, ya necesitaban apoyo psicosocial y atención médica. La hija de Nesma se autolesiona y sufre problemas de salud mental, pero en medio de la crisis actual, Nesma siente que no puede centrarse en la salud mental de sus hijos. Sin embargo, se compromete a brindarles apoyo y atención médica cuando esta pesadilla termine. Es evidente que la situación en Gaza es desesperante, con miles de niños perdiendo la vida y enfrentando dificultades extremas.

Trágico balance en Palestina: 3.500 niños muertos en tres semanas

 La urgencia de poner fin a esta violencia y garantizar un alto el fuego humanitario es ineludible. La comunidad internacional debe intervenir para proteger a los niños y niñas que están sufriendo las consecuencias de este conflicto.