Un ataque terrorista sacudió la ciudad de Ankara, capital de Turquía, hoy domingo. Un atacante suicida se inmoló al detonar un artefacto explosivo que llevaba consigo cerca de la entrada del Ministerio del Interior. Otro agresor murió en un tiroteo con la policía. Dos policías resultaron heridos en el incidente, aunque sus lesiones fueron leves.

El ataque ocurrió justo antes de la reapertura del Parlamento, que había estado cerrado por tres meses debido al receso estival. El presidente Recep Tayyip Erdogan condenó el atentado en su discurso de apertura de la sesión parlamentaria. Erdogan afirmó que los "desquiciados" que amenazan la paz y seguridad de los ciudadanos no lograrán sus objetivos.

El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, informó que los agresores llegaron al lugar a bordo de un vehículo. Los policías presentes en el momento del ataque resistieron a los terroristas, pero uno de ellos se hizo estallar y el otro recibió un disparo en la cabeza antes de poder hacerlo.

Aún se desconoce quién está detrás del ataque, ya que ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad hasta el momento. En el pasado, tanto grupos separatistas kurdos como de extrema izquierda y el Estado Islámico han llevado a cabo ataques mortales en Turquía.

El año pasado, un atentado con bomba en Estambul dejó seis muertos y más de 80 heridos. Turquía culpó al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), así como a grupos kurdos sirios afiliados, por ese ataque.

Las autoridades turcas están llevando a cabo explosiones controladas de paquetes sospechosos en la zona por temor a nuevos atentados. Se ha reforzado la seguridad en el centro de la ciudad y se pide a los ciudadanos que mantengan la calma.

A nivel internacional, Egipto y la Embajada de Estados Unidos en Ankara condenaron el ataque. Este incidente también ha generado expectativas en cuanto a la ratificación de la membresía de Suecia en la OTAN por parte del Parlamento turco.