Son pocos los cuerpos activos de BV que cuentan con la especialización por lo que representa un doble mérito para los suboficiales y bomberos lamatritenses pues podrán hacer tareas en diversas condiciones y lugares.

La certificación definitiva la realizaron en la cantera "El Carpincho", en la ciudad de Tandil, donde bucearon a una profundidad máxima de unos 11 metros.

Se trata de los suboficiales Rubén Cantero, Fernando Mángano, Carlos Bustos, Lucas Viera y Javier Arce, junto a los bomberos Pedro Monclús, Claudio Pereyra, Juan Carlos Castellano Torres, Damián Cobatti, Gerardo Gianotti y Gastón Ciappina.

"Hemos finalizado el curso de buceo que iniciamos en junio y lo aprobamos", repasó el suboficial Fernando Mángano, quien fue uno de los impulsores del proyecto que contó con la desinteresada colaboración de Bruno Pellitta, instructor de la Escuela Nereida.

"Bruno está en La Plata y le sacó parte de su tiempo para venir a darnos las clases a nosotros, por eso le queremos agradecer mucho porque si no hubiese sido imposible hacer el curso", indicó Mángano.

De la misma manera el grupo agradeció al Cuartel por prestarles dinero para poder completar la certificación y al Municipio por la colaboración que recibieron para completar la actividad.

El curso y la experiencia

"Ahora podemos actuar en arroyos, lagunas, ríos u otras aguas abiertas", especificaron los Bomberos.

"En la pileta se hicieron las prácticas de adaptación al nuevo medio; cómo respirar debajo del agua y conocer las habilidades", contó Pellitta y destacó que "el grupo está capacitado para realizar tareas de rescate en distintas situaciones y lugares". Asimismo subrayó que "es un equipo muy bueno".

Respecto al por qué de elegir la cantera, el instructor comentó que "tiene las características de las condiciones que se pueden encontrar en la zona: agua fría, poca visibilidad y terrenos complicados".

Las jornadas definitivas se realizaron el sábado y domingo anterior, cuando el clima jugó una muy mala pasada en toda la región, con lluvias intensas, caída de granizo y vientos. "A pesar de todo soportaron muy bien una situación muy dura, lo que revaloriza mucho más lo que hicieron", mencionaron.

"No es fácil recuperar la temperatura del cuerpo entre buceo y buceo y los chicos hicieron todas las prácticas muy bien", indicó Pellitta y gratificó el compromiso de los BV.

El curso se inició en el mes de junio y los once bomberos debieron cumplir clases

teóricas, en el Cuartel, y otras prácticas, en el natatorio climatizado municipal.

Con respecto a la continuidad, el instructor relató que los bomberos deberán continuar con el perfeccionamiento constantemente "porque el buceo ofrece un mundo de posibilidades de especialidades y con exigencias mayores". "De hecho lo vamos a hacer", agregó Bruno Pellitta.

Consultados sobre el equipamiento, mencionaron que "lo ideal es conseguir los equipos propios para poder seguir sumando tiempo debajo del agua y eso les va a servir para cualquier caso que necesiten". "Es muy importante el equipo y ojalá los puedan tener", reiteró.

Aunque Pellitta acentuó que "lo más importante de la actividad es la experiencia y empezar a bucear".

"Sería ideal tener los implementos, aunque sabemos que tienen un costo importante veremos si en algún momento se pueden adquirir porque se necesitan al menos dos equipos porque las tareas se llevan a cabo por parejas", mencionaron.

El conocimiento adquirido

"Con esto se nos abre un nuevo mundo y si bien en nuestro trabajo diario por ahí no tenemos muchos de estos servicios, uno nunca sabe cuándo se puede necesitar por lo que es muy importante tener los conocimientos", detallaron los Bomberos.

Por otro lado señalaron que lo que genera el buceo es compañerismo "porque constantemente dependés de otro para poder estar en el agua".

"Todo nos sorprendió porque era algo nuevo. Desde aprender a respirar hasta movernos debajo del agua", repasó Lucas Viera, uno de los suboficiales que conforma el grupo.

Para Juan Carlos Castellano, "tuvimos mucha tranquilidad al estar abajo del agua y evitar algo que te pueda hacer mal. Estuvimos a una temperatura de 7º C durante 40 minutos y no nos dábamos cuenta".

En el mismo sentido se explayó Gerardo Gianotti, quien contó que "una cosa es bucear en la pileta y otra en la cantera. Nunca habíamos tenido la experiencia de bucear y menos en un lugar frío y a 10 metros de profundidad. Teníamos temor pero la pasamos espectacular y tuvimos un instructor muy bueno que nos ayudó y nos enseñó muchísimo desinteresadamente".

Entre risas y bromas, la charla discurre recordando algunas anécdotas. Los Bomberos son personas particulares: mezcla de voluntad, sacrifico y locura -bien entendida-. Todos son uno solo y lo demuestran a cada momento.

"Lo más difícil es vencer el miedo a lo desconocido pero constantemente hay alguien que te está ayudando o dando una mano, y eso te tranquiliza", repasan.

"La cantera nos hizo un click porque es imponente y si bien en un principio nos generó incertidumbre y miedo, con el correr de las inmersiones fue cambiando eso", mencionaron. Las prácticas se llevaban a cabo por duplas y se realizaban varias inmersiones diarias en las cuales debían cumplir con diversos ejercicios, desde lograr mayor profundidad hasta recorrer parte de la cantera.

"El buceo es una actividad riesgosa pero el estar debajo del agua constantemente es muy importante. Por ahí los chicos no se dan cuenta pero tuvieron un salto de calidad muy importante en muy poco tiempo y una vez que llegamos a la cantera me di cuenta enseguida de que estaban preparados", resaltó Bruno Pellitta.

"Para mí es una satisfacción muy grande haber podido darles el curso. Era la primera vez que instruía a un grupo de bomberos y lo que noté es el compañerismo que tienen entre ellos", apuntó el instructor.

"Tener un equipo de buzos es muy bueno para el Cuartel y para la ciudad", destacaron los Bomberos.

Los Bomberos Voluntarios de La Madrid recibieron una certificación como buzos de rescate y estarán habilitados para bucear y realizar patrones de búsqueda en cualquier área, sea argentina o internacional.