Mónica Hernando: "Creo que, básicamente, soy una luchadora y lo demostré durante la pandemia"
Se define como inquieta y dice que "no soy de las mujeres que piensan que es difícil ser mujer. Siempre digo que tengo mucha energía masculina, no siento esa diferencia".
De ahí que oficializara de vocera de todo un grupo de colegas y trabajadores de los eventos, la última actividad en habilitarse. Ahora, sentencia que ese rol fue posible "por tener un respaldo económico detrás. A veces, con la cabeza fría es más fácil pelear".
"Siempre dije que por ahí levanté tanto la voz del rubro de eventos porque tenía la posibilidad de un apoyo económico detrás y entonces salí a defender a todos porque a veces con la cabeza fría es más fácil pelear y saber desde dónde podés reclamar", analiza Mónica Hernando, la empresaria olavarriense que se calzó al hombro la lucha de uno de los sectores más castigados por la pandemia.
Los eventos se suspendieron en marzo de 2020, junto con todas las actividades que no eran "esenciales", y volvió a habilitarse en noviembre de 2021. En ese lapso de tiempo, desde la Agrupación de Proveedores de Servicios para Eventos de Olavarría (APSEO) que integra Hernando se han presentado infinidad de petitorios, cartas y comunicados solicitando una salida a la difícil situación.
"Mi posición no es igual a la de otros colegas o a la de trabajadores del rubro que tenían esta actividad como única fuente de ingresos. Eso hizo que pudiera tener la cabeza más fría para poder pensar formas de reclamo. No sé si lo hicimos bien o mal, si nos equivocamos o no; pero tratamos de lucharla de la mejor manera posible", sostiene esta empresaria que además es socia junto con dos de sus primos de la estación de servicio familiar YPF Hernando Hnos. S.A. San Jacinto y tiene un comercio de seguridad industrial.
"Siempre fui inquieta. Durante estos años me he repartido entre estos dos negocios, los eventos y criar a mis hijos -dice esta madre de tres-. Fue bastante movida mi vida y digo que en realidad pude hacer eventos porque tengo hijos maravillosos y un compañero de vida que cuando yo salía a trabajar se quedaba con ellos. El fue como un tío soltero para mis hijos: les tapaba todas las macanas. Tuve un gran apoyo de él porque no es fácil trabajar en eventos siendo mujer y llegar los fines de semana a las 7 de la mañana", expone.
De todas maneras, aclara: "igual no soy de las mujeres que piensan que es difícil ser mujer, nunca sentí la diferencia entre ser mujer y ser hombre. Siempre digo que tengo mucha energía masculina, no siento esa diferencia, me busqué las cosas que conseguí".
Explica que habla desde el lugar de mujer empresaria, "no sé como será teniendo un puesto jerárquico o trabajando en una gran empresa porque eso no lo viví, pero yo creo que básicamente soy una luchadora, lo demostré durante la pandemia con el sector de eventos y también poniéndome en los hombros a un grupo de madres que nunca había conocido y llegamos a un montón de lugares para conseguir poder ir a visitar a nuestros hijos", pues agitó las aguas para lograr viajar al exterior después de largos meses.
En esta línea, plantea que las luchas, las motivaciones y los logros "no son una cuestión de género, sino una cuestión de personalidad".
Más visualización
Movilizaciones, cartas con pedidos de audiencia, reuniones con autoridades municipales, bocinazos y hasta un original reclamo con una colgada simbólica de llaves en las puertas del Palacio San Martín: hubo cantidad de reclamos con la intención de visibilizar a un sector que debió afrontar largo tiempo (casi 20 meses) sin poder trabajar.
"Fue muy difícil", describe Mónica Hernando sobre aquella etapa que ahora quedó atrás y sobre un sector que vuelve a girar la rueda. "Más allá de ser uno de los rubros más complicados, es el único que no recibió ayuda del Estado", destaca.
Para esta empresaria que es Licenciada en Administración de Empresas y Marketing, "los dos peores rubros fueron el turismo y los eventos; pero el turismo en cierta forma recibió acompañamiento con medidas tales como el impulso del Pre-Viaje y un turismo que explotó durante el verano a nivel interno. En nuestro caso, la situación fue completamente distinta porque en eventos no recibimos absolutamente nada".
En este sentido, analiza una probable causa: "creo que una de las grandes cosas que pasa es que es un rubro muy informal y que funciona en paralelo -en muchos casos- a otros rubros y en los casos que no, también es informal. No es un sector donde tengas trabajo todos los días. Nosotros trabajamos los fines de semana, tenemos una temporada alta que es corta y una temporada baja que es muy larga, que comienza en abril y se extiende hasta noviembre. Si bien hay cumpleaños de 15 y demás, se nos caen los casamientos en general. Hasta noviembre no se hacen fiestas tan grandes y los que viven de la ambientación durante el año hacen algún que otro evento, pero más chicos. Eso lleva a que la gente sea informal".
En este contexto, explica que debido a la informalidad propia de esta actividad "hay casos en los que por cuatro o cinco veces al año que trabajen no se paga impuestos por ejemplo, entonces el problema que tenemos es que somos un sector que no está visualizado, al punto tal que en AFIP no hay un código que corresponda a eventos, no existe. Los ambientadores se inscriben como decoradores, en mi caso -que hago organización- figuro como servicios empresariales. Esto marca lo poco que está visualizado el sector".
Al respecto, declara que existe en la Cámara de Diputados un proyecto de la presidenta de Asociación de Organizadores de Fiestas, Reuniones y Eventos Empresariales y sus Proveedores de la República Argentina (Aofrep), Silvia Amarante, que busca "por lo menos que a los organizadores de eventos nos den un número de matrícula. Acá somos pocas, pero en Buenos Aires es un rubro muy grande y no estamos matriculados".
En su caso particular, la pandemia le ha servido para capacitarse a nivel internacional, logrando el título de reconocimiento en España, algunos países de Europa y de Centroamérica. "Pero ese título no me sirve. Es decir, me sirve a nivel personal pero no en cuanto a lo laboral. Los chicos que se reciben en la Universidad de Palermo después de cuatro o cinco años de estudio tampoco tienen un número de matrícula como cualquier otro profesional, no tienen un Colegio que los nuclee".
La post pandemia
Apertura de actividades, presencialidad completa en escuelas, eventos masivos... Los tiempos se asemejan a la normalidad de la pre-pandemia y los eventos no quedan fuera de este contexto. ¿Cómo quedó el sector después de meses tan difíciles? "Quedó bastante tocado. Obviamente que la gente más conocida se fue rearmando de a poquito. Tuvimos la suerte de que cuando se levantaron las restricciones, la gente tuvo muchas ganas de festejar. Hoy, por suerte hay eventos y el rubro se va rearmando", responde la empresaria olavarriense.
De todas maneras, "lo que es cierto también es que se cerraron muchos salones de eventos. Hay gente que consiguió trabajo en otros rubros y cuesta volver después. Además, trabajar en eventos no es todo lo que la gente ve, los que trabajamos en eventos amamos hacerlo".
El trabajo demanda sacrificio. El sábado "tuvimos una fiesta divina en el salón de La Rural, pero todos estuvimos todo el día abocados al evento, los mozos por ejemplo empezaron a trabajar a las 5 de la tarde para armar todo y terminaron a las 7 de la mañana del día siguiente, cuando todos se divertían ellos trabajaban. No es un rubro fácil".
Por eso, "lo que sucedió es que mucha gente después de la pandemia consiguió un trabajo de ocho horas, con un horario estable, con descanso los fines de semana y eso hizo que muchos no hayan vuelto a esta actividad. A mi me costó arrancar, y a veces pienso que hay Fiestas de 15 que no voy a tomar o fiestas chicas de 40 o de 50 años que antes tomaba. En mi caso particular es porque tengo respaldo atrás, pero para los chicos que no tienen otra actividad paralela este ingreso es sumamente necesario".
Lo más notorio es "la cantidad de salones que cerraron y no volvieron a abrir, muchos de ellos fueron salones históricos. Olavarría estaba acostumbrado a una oferta de salones que no están mas".
Pero, dicen que de las situaciones difíciles siempre sale algo positivo. La pandemia "creo que sirvió para conocernos mucho más. No es fácil organizar el sector de eventos, pero creo que nos sirvió para saber que contamos con todos y eso está bueno. Me encantaría que cuando pase esta temporada alta podamos hacer algo desde Olavarría para luchar para que el sector esté más visualizado".