A fines del año pasado se había reabierto el natatorio climatizado municipal con la modalidad "pileta libre" y hace algunos días se autorizó al grupo de adolescentes que tienen participación activa en las competencias a realizar las prácticas de manera más intensiva. Las clases están a cargo de la técnica.

"Son los chicos y chicas que habitualmente participan de los torneos y que hacía mucho tiempo que no podían más que venir a nadar pero sin ser un entrenamiento", contó Guitlein.

Con esta decisión además se liberaron horarios de pileta para aquellas personas que deseen hacer uso de la misma pero que no requieran acompañamiento porque, vale recordar, en el natatorio de La Madrid, con el nuevo protocolo, sólo se autoriza a un nadador por carril y sin asistencia de profesores, a excepción del guardavidas.

"No estamos pensando en un entrenamiento para la competencia sino darles la posibilidad que de a poco puedan volver a tener una práctica con regularidad como la de antes del parate por la pandemia", apuntó.

"Muchos perdieron el ritmo y estamos intentando que lo retomen; estuvieron desde marzo y hasta noviembre sin entrar al agua. En el caso de Ailín (Garay) estuvo entrenando en una pileta que no tiene las dimensiones así que de a poco irán retomando la habitualidad del entrenamiento", indicó Daiana Guitlein.

Sobre cómo se preparan las clases la profesora contó que "hay que ir de a poco. Se trabaja en la resistencia y en la velocidad, mucho en la parte de movilidad articular porque si bien la técnica la tienen ha pasado mucho tiempo desde la última vez que compitieron".

La entrenadora insistió que "hoy es prácticamente imposible pensar en la competencia" por lo que las prácticas apuntan "a volver a entrar en ritmo".

La Madrid tiene nadadores con posibilidad de competir en carreras de aguas abiertas como es el caso Daiana Sáenz Buruaga, Lola Dietz o Matías Correa pero es Ailín Garay la que más experiencia tiene y por el momento no ve la oportunidad de hacer una presentación.

"Hoy no están pensando en competir porque saben en la situación que estamos con la pandemia. Con que puedan venir a la pileta y puedan hacer la actividad están conformes no sabemos qué puede pasar dentro de unos meses… hoy no necesitan competir porque entienden que es riesgoso viajar o competir en otras ciudades", cerró la profesora Guitlein.