"Es evidente la intención política-electoralista de semejante despliegue mediático, pero como siempre sucede en estos casos no existe la mínima posibilidad de arribar a conclusiones útiles para la sociedad; es decir que nada cambió ni habrá de cambiar, cosa que por otra parte todos saben. Por caso vale la pena señalar que no se abordaron ni siquiera mínimamente las causas que generan la delincuencia, no se habló de los abismos sociales, tampoco de prevención predelictual, de prevención delictual, menos de la real capacidad o incapacidad de punición estatal", expresaron.

"En cambio se habló, pero muy poco, de los principios que la impulsan, y en ese sentido no puede obviarse que la presidencia de la comisión redactora fue dejada a cargo del juez de la Suprema Corte, Raúl Zaffaroni. Esta reforma está realizada a la medida de sus principios teóricos que son los mismos que propugna desde sus cátedras. Se considera al delincuente como una víctima emergente de un sistema social injusto, en vez de interpretar que debieran ser responsables por sus actos. De nada vale recordar hoy, que hace ya mucho tiempo señalamos que la presencia de Zaffaroni como integrante de la Suprema Corte sería contraproducente para la justicia argentina, pero en esos tiempos todos eran kirchneristas y estaba todo bien", agregaron.

"Ahora bien, debiéramos exponer crudamente los diversos aspectos que hacen a la inseguridad, comenzando por el diagnóstico más descarnado del panorama nacional y lo mismo hacer en todas las provincias y municipios, y para ello abordar los siguientes puntos aunque no excluyentemente:

"Situación socioeconómica; Desintegración familiar; Cinturones de pobreza; Favelización de sectores de ciudades; Penetración del narcotráfico; Situación sistema judicial; Situación sistema carcelario; Situación de las fuerzas de seguridad ciudadana; Situación de institutos para menores; Situación de organismos para la recuperación de drogadependientes; Estado sistema educativo; Estado sistema de salud; Anomia ciudadana; Nombramientos políticos en la justicia; y Clientelismo, corrupción y connivencias varias.

"La actual realidad en materia de inseguridad es responsabilidad de los gobiernos peronistas que tuvo y tiene nuestra provincia, pero además es absolutamente claro que los responsables de este estado de cosas son incapaces de dar respuestas ya que dan vueltas como en la noria sobre los mismos temas".

"Recientemente en nuestra ciudad la Sra. diputada Camaño cometió lo que definimos como un acto fallido o un sincericidio, al decir que la inseguridad llegó para quedarse, demostrando claramente la ausencia de soluciones y de ideas.

"Creemos fervientemente que estas reformas al Código Penal fueron pensadas desde una visión ideológica errónea para este tiempo y para nuestro país, pero además tienen un aspecto práctico ineludible aunque trágicamente negativo, sirven para descomprimir la sobrepoblación carcelaria, sin duda acentuarán el desarrollo del narcotráfico, fundamentalmente el narcomenudeo, y están destinadas a garantizar impunidad para funcionarios.

"Es lapidario tan sólo mencionar las estadísticas penales por departamento judicial; del mismo modo la cantidad de plazas disponibles en los institutos penales, el estado de hacinamiento de los mismos, la cantidad de detenidos en comisarías, la cantidad de detenidos en penales sin condena, etc. En verdad este ovillo se debiera comenzar a desenredar por la Justicia. Si de inmediatez se tratase, se debería incrementar el número de sentencias; de nada sirve que la policía detenga a los delincuentes si luego no llegan a juicio o estos se dilatan in eternum. Es verdad que la policía presenta graves falencias, pero entonces que decir de la justicia, y por último, en caso de que las dos -justicia y policía- funcionen aceptablemente bien, debiéramos preguntarnos donde se va a internar a los condenados, porque no hay lugar en los penales, y esta última es una de las verdaderas causas del intento de reforma al Código; tanto es así que se está buscando afanosamente se acepten las llamadas penas alternativas y se pretende extenderlas cada vez más, al igual que los arrestos domiciliarios.

"Lo anterior es la enumeración de algunos tópicos, pero de la última parte del problema de inseguridad. La falta de atención a las condiciones que favorecen el surgimiento de nuevos delincuentes no está, ni estuvo, en la agenda de los gobiernos peronistas de los últimos 27 años en la Provincia".