Alberto Fernández es para Cristina Kirchner más hijo que el propio Máximo. Constantemente le da sus pruebas de amor filial y le agradece que le haya dado la posibilidad de haber sido presidente de la Nación, cosa que jamás podría haber logrado por su propia cuenta, por capacidad y esfuerzo.

La Vicepresidenta fue como el hada madrina que lo puso allí y todavía lo contiene. Lo tuvo groggy después de las Paso pero le perdonó la vida y Alberto se terminó creyendo que era todo un estadista.

Pero cada uno tiene el oponente que merece. Alberto tuvo la suerte de que la vida le diera a Gerardo Morales como adverdario. El gobernador jujeño se terminó flagelando para poder ser atendido con algunos fondos para su provincia, después de haber descargado todas sus emociones en una reunión de bloque cuando destrozó un vaso de agua sobre la mesa. El mismo Martín Lousteau, su ex oponente lo admitió en un programa televisivo.

El actual presidente de la UCR cometió uno de los actos más peligrosos para una democracia: dejó al bando opositor en una situación de gran flaqueza. Fue como haber retirado el equipo en pleno desarrollo del partido.

Para algunos correligionarios y algunos columnistas, lo de Morales es una transgresión al código acostumbrado de la política argentina por su dosis de autocrítica, y lo consideran como el inicio de un camino de acuerdos o de códigos diferentes. Pero, para que esto ocurra debiera haber una paridad de gestos entre ambos bandos caso contrario lo del jujeño representa ni más ni menos que una claudicación.

Como en toda pulseada, ahora el Presidente le exige a Morales que libere a Milagro Sala y era de esperar. El juego de la paz se da por miedos mutuos y recíprocos, puesto que si una de las partes cede demasiado, alienta al opuesto a seguir exigiendo. Los Estados Unidos y la Unión Soviética mantuvieron una cierta paz porque ambos se temían. El amor en política incluye una cierta dosis de temor que muchos lo denominan "respeto".

Pero Morales eligió la defección y dejó a la oposición en una situación de desventaja. Y de alguna manera significó un deterioro para el régimen democrático que necesita de un cierto equilibrio entre oficialismo y oposición.

La copa rota

Dentro del menú radical para los presidenciables de 2023 comenzaron a tomar la delantera dirigentes como Alfredo Cornejo y Facundo Manes, sin descartar a Martín Lousteau quien ha podido volver a ser uno de los presidenciables a partir de su fuerte disputa con Morales, "la copa rota", como diría José Feliciano y por qué no su juventud y lo que significa hoy ello luego del triunfo de Boric en Chile. 

Pero, como hemos dicho en estas páginas, luego de la claudicación de Morales, cobran cada vez más fuerza los halcones de "Juntos", especialmente Patricia Bullrich y Miguel Angel Pichetto, aunque Rodríguez Larreta se ha dado cuenta que debe mostrar mucha más firmeza al lado de los furcios y de las patoteadas del Presidente y de Cristina Kirchner ha reiniciado otra arremetida contra la Corte Suprema para demostrarle a la Vice que es un buen discípulo de la líder de Tolosa y El Calafate ya no tiene nada que envidiarle. 

Por lo que demostró hasta ahora las referencias en las que se basa el Presidente son los regímenes tan lejos de la repúbica y de la democracia como lo está él de aquel Alberto que se paseaba por los medios "hegemónicos" fustigando a Cristina por sus decisiones poíticas y por los ilícitos que se le imputaban. La gente cambia, diría mi tía.

Lo cierto es que pese a lo que se quiere demostrar, el jujeño abrió una grietita dentro del radicalismo que va a costar superar, porque es emocional y las emociones son difíciles de revertir.

Massa se opondría

Al flamante senador, Eduardo "Bali" Bucca, le habría salido un destino impensado, pero que lo alejaría notablemente del objetivo que se habría propuesto, el de ser una referencia en La Séptima del peronismo no K.

Al menos eso fue lo que pregonó durante su campaña para juntar los tres mil quinientos votos que le faltaban para acceder a una banca en el Senado.

Al bolivarense le habrían ofrecido un cargo en el Ministerio de Transporte de la Nación, una cartera que es del massismo pero es por ello que el posible enroque con Liliana Schwindt en el Senado no le caería muy bien que digamos a Sergio Massa, quien no mantendría buenas relaciones con su ex discípula, quien fuera desplazada en 2013 cuando José Eseverri decidió migrar al Frente Renovador para huuir del kirchnerismo cristinista.

Entonces, si el enroque no se produce seria por ello y porque ademáse a "Bali" le convendria mucho más quedarse con la banca en la Legislatura que migrar a un subsuelo del poder y transformarse en un burócrata más de la política. 

Efectivamente, Bucca deberá elegir entre una carrera política en su Sección electoral o ser un burócrata más y condenado al olvido

Enroque

Sin duda alguna, a César Valicenti le conviene que Bucca vaya a la Nación para no tener enfrente a alguien que pretende ser una referencia del peronismo no K y encima respaldado por una banca en el Senado provincial. Al menos eso fue lo que pregonó el bolivarense. En cambio, Liliana Schwindt ya está dentro -o casi- de La Cámpora, y las relaciones pueden ser otras.

La ex massista se fue acercando tanto al kirchnerismo duro que acabó dentro de esa facción del Frente de Todos, y según dicen algunos que accedió a firmar como segunda en la lista seccional porque le habrían prometido que Bucca iría a Salud de la Provincia y ella lo podría reemplazar en la banca. No fue Salud, pero parece que sí va a ser Transporte de la Nación. Pero, de todos modos, todo dependerá de las ganas que tenga Sergio Massa que su ex discípula, y quien lo calificó muy mal cuando el tigrense acordó con el kirchnerismo, lo represente en el Senado provincial.

Todo puede ser

A través de la designación de Jorge Donofrio en el Ministerio de Transporte de la Provincia, el massismo gana mucho terreno en el poder y encima en áreas en donde existen jugosas cajas políticas, pero Liliana está cómoda dentro del kirchnerismo y con excelentes relaciones con Valicenti quien también se mantiene como referente máximo del peronismo/kirchnerismo local, aunque no encuentra un candidato competitivo para tener alguna posibilidad contra Ezequiel Galli, pero que hoy, con Federico Aguilera ha demostrado no tener. ¿Probará con Maxi Wesner o con alguien de afuera del camporismo? Es cierto que está buscando acercarse con uno de ellos pero con resultados inciertos. Por el momento, Galli parece invencible, dentro y fuera de Juntos, pero el radicalismo piensa presentarle batalla.

Y se sabe que Liliana Shwindt hará todo lo posible por la banca de Bucca si éste la deja vacía para irse a la Nación. Liliana no es de rendirse así nomás porque a Massa se le ocurra vetarla. Lo suyo no es rendirse frente al objetivo de un cargo y no parece haber obstáculos para sus deseos. Ya lo demostró cuando desde la nada o el confinamiento político logró arrebatarle "La Corriente" a Adriana Capuano, pese a que ésta aparecía como única referente de la Séptima de la facción que conduce la sobrina nieta de Eva Perón. 

Entonces, si Ezequiel parece hoy imbatible, Liliana es inclaudicable y, por su exacerbado pragmatismo, no les ha sido facil desplazarla en la puja por un puesto dentro de la política. Menottista o bilardista, fuera de todo dogma o estilo, la ex diputada no se resigna a quedar afuera.

Eseverrismo y Estado presente

No se saben los porqués pero nuevamente el ex intendente, José Eseverri, se sacó nuevamente una foto con el actual jefe comunal, Ezequiel Galli, lo que no deja de ser algo alentador para la política actual tan llena de odios, grietas y prejuicios. También está el ex fiscal Matías Castro completando la escena.

No es la primera vez ni posiblemente sea la última en que ambos dirigentes se saquen una foto juntos con todo lo que ello podría significar. Pero lo que llama la atención es que mientras un grupo de ex josesistas se van ubicando cada vez más cerca del kirchnerismo duro y descargan munición pero de la gruesa contra Galli como si fuese un enemigo cósmico, su ex jefe no tiene ningún problema en mostrarse con Ezequiel, o con Mario Cura o con cualquier otro de "Juntos". ¿habrá un mensaje político en la actitud de José o simplemente es una broma para hacer hablar a los demás?. 

Lo cierto es que el eseverrismo se encuentra hoy tan agrietado como cualquier otro espacio y mientras un sector muy vinculado en su momento a Helios y a José busca hoy dónde ubicarse en el Frente de Todos, a su ex jefe se lo ve en otro lugar. Algunos de los más radicalizados sostienen que están con Todos porque ven allí un "Estado presente", frasean, y a juzgar por lo que cobrarían mensualmente la jefa del Pami, Luana Volnovich ella misma, su pareja y sus familiares podría decirse que a la ex de Máximo Kirchner el Estado los proteje demasiado. Tanto es así que ella misma, quien prefiere veranear en las playas de la Costa Maya y no en el Mar Argentino, percibe 562.350 pesos, su pareja 491.880, su hermano 469.989 y su padre 374.507 pesos. Y eso sí que es proteger, pero con plata de los argentinos.

De usureros y farsantes

El Presidente es la máxima expresión del mundo al revés: ve descenso de la inflación cuando hay un claro crecimiento (es la segunda mayor en la historia). A la derrota electoral la transformó en un triunfo, y observa crecimiento económico cuando a economía se esta derrumbando. La actitud del Presidente parece literaria pero está más cerca de lo patologico.

No se sabe qué pasa con la dirigencia que está toda fuera de eje. Boris Johnson, por ejemplo, no ve el mundo al revés como Alberto pero lo empardó a nuestro presidente al organizar una especie de fiestita de Olivos también clandestina. ¿Esos son los políticos que nos pretenden llevar a un mundo mejor?.

Un sector del Gobierno no parece querer un acuerdo con el FMI, y no por un eventual ajuste sino porque, como ya pasó cuando gobernaba Néstor, para no ser controlados por el organismo financiero internacional. En ese momento, el pais, por eludir el control del Fondo, se le terminó pidiendo prestado a Venezuela y con tasas usurarias. Es decir, se terminó cayendo en el usurero del barrio, que es donde se suele caer cuando a uno se le cierran los organismos oficiales de crédito.

Por otra parte, caer en default no solo es un tema financiero sino que afecta a la producción. Las empresas necesitan de dinero para importar insumos y si no están los dólares, se atenta entonces contra las fuentes de trabajo y no se generan otros.

Los tiempos cambian

La política exterior del Gobierno es completamente caótica, reaccionaria e insensible con el tema derechos humanos y tiene que ver mucho más con un contexto internacional de Guerra Fría que el que rige hoy.

Quizás se pretende imitar el pragmatismo de Perón o la famosa "tercera posición" aunque en un mundo divido en dos superpotencias. Pero, luego de la política de derechos humanos de Jimmy Carter, nunca más se podría volver a ese esquema puesto que el eje rector de toda relación sería precisamente el de la democracia y la república y el respeto a las garantías individuales, cosa que hoy por hoy muchos países con los que el Gobierno mantiene relaciones carnales no respetan.

A mediados de la década del Setenta, el gobierno norteamericano eligió esa estrategia para luchar contra el totalitarismo soviético, ya entonces denunciado por las constantes violaciones a los derechos humanos, y de paso le pegaba de rebote a las dictaduras militares latinoamericanas que el mismo EEUU había apadrinado. Pero se animó a sufrir ese costo y para el mundo fue un paso adelante medir la calidad de un régimen político por el grado de respeto a los derechos humanos que tenía.

Entonces, ni Perón podría haber tenido esas relaciones carnales que tuvo con Libia o Siria, o si las hubiese tenido, habría tenido que aguantar una fuerte crítica interna y externa, ni este gobierno puede ya sostener los vínculos íntimos que mantiene con regímenes antidemocráticos y antirrepublicanos como los de Venezuela, Nicaragua, Cuba o Irán, por ejemplo. 

Afortundamente la política por los DDHH lo impiden, colocan un fuerte referente de humanismo y además genera un costo ineludible para quienes no la tengan en cuenta esos valores a la hora de establecer sus políticas internacionales. 

Lo asombroso es que organismos que se dicen defensores de los derechos humanos avalen este tipo de políticas tan lejos de estos valores.

En este marco, el Presidente organizó su propia fiestita para ser elegido titular de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que hay al menos tres países miembros que no son democráticos ni republicanos y donde se violan sistemáticamente los derechos humanos.

La vicepresidenta y ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Marta Lucía Ramírez de Rincón, rechazó la postura de "enterrar" a la Organización de Estados Americanos (OEA) y con la posibilidad de que la región le dé la espalda a Estados Unidos y Canadá. Esa fue su digna posición frente a la Celac.

Quienes quieren enterrar a la OEA deberían saber que la Comisión Interamericana por los Derechos Humanos (CIDH), de la OEA, fue la salvadora de muchas vidas de presos políticos durante la última dictadura militar. Por lo tanto, querer enterrar a ese organismo no sería otra cosa que ser un reaccionario o bien un contradictorio.