Cacho Fernandez

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Por estas horas el mundo político se pregunta por qué no encabezó Sergio Berni la lista de diputados nacionales del Frente de Todos siendo que lo había pedido la misma Vicepresidenta. ¿Lo impidieron Máximo y los intendentes del Conurbano o fue Alberto Fernández y Sabina Frederic quienes no lo quisieron tener enfrente al polémico ministro de Seguridad?

Ambas cosas conducen a razonamientos diferentes, fundamentalmente la segunda posible causa porque estaría indicando un poder no previsto en el Presidente y en su ministra de Seguridad Nacional.

El poder de Cristina parece ir menguando y esto comenzó a notarse en el alegato que hizo dentro de la causa del memorandum con Irán.

No solo no pudo imponer a Berni sino que además el primer diputado de La Cámpora recién aparece en el noveno lugar y son tres entre los diecisiete primeros.

¿Es que se oculta adrede o realmente está perdiendo poder y consecuentemente está ganando Alberto lo que ella estaría perdiendo?.

En Olavarría, según algunos sectores vinculados de alguna manera con el peronismo y el kirchnerismo, el cierre indicaría la búsqueda de un equilibrio de poder con La Cámpora, sea por acción de Eduardo "Bali" Bucca en la Sección como también una relación supuestamente complicada de César Valicenti con los intendentes. Hay quienes suponen que al diputado solo le habrían permitido colocar a Federico Aguilera en el tercer lugar "y eso no se lo puede considerar una victoria", apuntó una fuente de quienes han quedado históricamente desplazados en Olavarría.

Se comenta que Máximo Kirchner lo habría impuesto a "Bali" Bucca y que éste construirá un poder que va a equilibrar el que tiene Valicenti en la Sección. Fueron muy complicados los cierres del FDT en Azul y Alvear, y se piensa, a la luz de los resultados históricos del kirchnerismo en la Sección, en la necesidad de otra cara en la Séptima. Por lo tanto se intentaría retornarlo a Bucca y con él comenzar a funcionar con una conducción al menos bifronte para cubrir un electorado más amplio.

La interna de Juntos

La interna dentro de Juntos cerró de manera paradojal, por decirlo así. El Pro presentó una lista con fomentistas, peronistas y el radicalismo llevó entre los radicales, dirigentes de organizaciones intermedias como la Sociedad Rural, el Club Estudiantes y sin peronistas pese a que en la Provincia se lo llevaba a Emilio Monzó en el tercer lugar.

Se dijo que al monzoísmo se le había ofrecido el tercer lugar pero que Jorge Larreche no lo aceptó, aunque no se sabe si Juan Zyla y Emilio Moriones habrían estado de acuerdo con esa negativa.

La lista radical pudo sumar a todas las líneas del radicalismo salvo a Celeste Arouxet que estaba dispuesta a armar lista dentro de la coalición que lleva a José Luis Espert para ir a internas contra la lista de Juan Montenegro.

El caso es que el espacio de Espert hasta hoy no tenía nada claro y se esperaba la confirmación de que ambas listas fueron presentadas y habilitadas para competir.

La lista radical aglutinó, entonces, todas las líneas, salvo a Celeste Arouxet, y algunos representantes de entidades intermedias que la podrían potenciar. El gallismo terminó de conformar una nómina de concejales con todos sus aliados, y pese a que algunos exponentes del PRO la calificaron como la lista "del vecinalismo de Ezequiel", cosa que no habría incomodado al Intendente, y quizás por el contrario porque deja plasmada su propia identidad, la sorpresa fue que Hilario Galli no integró la lista seccional y en su lugar va Diego Robbiani, un funcionario gallista de buen manejo político y goza además la plena confianza del Intendente.

¿Qué pasó? no se sabe. Tal vez Ezequiel quiere preservar a su primo para las elecciones ejecutivas de 2023 en caso de que él no pueda ir por la reelección, y la Séptima estaba muy complicada.

Un rival inesperado

La otra singularidad de este cierre es que no participa el eseverrismo y que además dejó de tener representación en el Concejo Deliberante.

Eseverri, no se sabe si él personalmente, pero su línea se prepara para reconstruir su espacio para los comicios de 2023. La Cámpora debe prepararse para una futura interna contra Bali Bucca y recomponer sus alianzas con los intendentes de la Séptima que al parecer se habría debilitado un poco. Se le partió el bloque en Alvear y en Azul y en Saladillo quien manda es Walter Abarca, una persona que no tiene buenas relaciones con Valicenti.

Su acuerdo con el santellanismo le habría costado algunos lugares de la lista porque, según dicen, "desde arriba le dijeron que a los dos primeros, el de Wesner y el de Alvarez, se lo adjudican al camporismo, como si el gremio mercantil quedara bajo su poder".

A Valicenti le nació un adversario porque si Bucca no llegase a entrar en el Senado, podría ir como viceministro de Salud o secretario de Obras Públicas de Gabriel Katopodis, un lugar desde donde comenzaría a tejer algo con el eseverrismo para dentro de dos años.

Liliana Schwindt, con La Corriente, hizo un buen negocio ya que logró el segundo lugar en la Sección y puede reemplazar a Bucca si éste rumbea para algunos de los otros cargos, no habría problema de género, algo que ya se demostró con el reemplazo de Dalton Jáuregui por la azuleña Lucrecia Egger, y, tras muchos tironeos, logró ponerla a Telma Cazot en el cuarto lugar cuando le querían dar el sexto. Lo que demuestra es que Liliana parece inmortal y cuando muchos la daban por "muerta" políticamente hablando, ella demostró que goza de buena salud.

Marcelo Latorre, del Copebo, no pudo entrar porque, según dijo un ex concejal, "no lo pidieron desde arriba", a partir de lo cual se podría inferir que o bien la responsabilidad de esta omisión recaiga sobre Sergio Massa o sobre Rubén Ledesma, su jefe inmediato.

Paso o dedos

Se sigue viendo, y tal vez por falta de costumbre a las Paso, que esta interna en Cambiemos representaría el principio de su crisis. En cambio, algunos dirigentes radicales suponen lo contrario, que "los argentinos deben comenzar a acostumbrarse a este tipo de disputas a la hora de elegir a los candidatos porque siempre es mucho más limpio que el dedo de un todopoderoso".

Si hay o no ganas de participar se va a notar el día de las elecciones, con el escrutinio general, y ahí si se podrá ver si la gente quiere realmente participar. Las campañas estarán menguadas por la pandemia y se tendrán que encargar de ellas quienes integran las listas.

"Es extraño que Cambiemos presente tres listas en la Capital y dos en Buenos Aires...Eso me asombró mucho porque e puede ver que no tuvieron la capacidad política de superar los conflictos internos", dijo Alberto Lestelle y remató irónicamente: "integraron muchos peronistas y los terminamos contagiando. Es que a la hora de las definiciones, cada peronista se cree jefe o mariscal, como decía Perón. Por eso me pregunto, ¿cómo se van a llamar, Juntos o Separados?", bromeó, tras lo cual se volvió sobre su propia identidad: "el peronismo está casi desintegrado y no sabemos el resultado de esto".

A Lestelle le asombra que en los tres primeros lugares de la lista provincial del FDT "no hay ninguno de Cristina, y eso puede tener un fuerte significado", aunque claramente podría ser que la Vice se haya querido esconder para no espantar el voto de los independientes.

Y luego, con el randazzismo que va a estar representado por Marisel Cides en la Séptima, apuntó que existiría alguna ayuda económica de la Fundación Konrad Adenauer, que ya aportó en 1985 y 1987 para la campaña de Antonio Cafiero. Aunque también instó a tener en cuenta algunos aportes de la UIA, ya que el espacio lleva a uno de sus miembros, Carolina Castro, en el segundo lugar de la lista de diputados nacionales.