Silvana Melo

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Cuando la adolescente sueca se le planta a Trump en la ONU pasándole la factura del mundo que languidece, la Argentina, con la firma de Mauricio Macri, su jefe de Gabinete y su ministro de la Producción (no el de Medio Ambiente, sugestivamente) determina la importación de basura internacional sin certificación de inocuidad. Para lo que se reformó por decreto la ley de Residuos Peligrosos de 1991. Es decir que, cuando la degradación del ambiente se sienta en las butacas centrales de la ONU y habla desde las bocas de una sueca de 16 años y un argentino de 19, cuando el viernes en 160 países se salió a la calle para alertar sobre la crisis climática, el Gobierno argentino decidió, luego de su derrota en las PASO, y contra toda tendencia, convertirse en el vertedero del mundo desarrollado.

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