Claudia Rafael

crafael@elpopular.com.ar

Cantan todo el tiempo y cortan el silencio con ese "prr" áspero del final. Las golondrinas rodean la escuela de Mapis y se entrelazan en un gorjeo que no cesa. Silvana Arnaudo, la directora de la escuela del lugar, habla de los sonidos y también de los silencios. Cuenta de la lluvia que impacta en un repiqueteo sin final contra el techo. Y de los bocinazos de quienes pasan por el camino e improvisan un saludo "porque saben que nosotras estamos adentro".

Este sábado Mapis está de fiesta. En una jornada que arrancará a las 10.30 y que se extenderá durante todo el día. Después de una recorrida de una hora por la escuela, el museo "Un andén para encontrarnos" protagonizará la presentación de "Escapadas Soñadas", el nuevo libro del periodista Leandro Vesco que tiene un capítulo sobre la localidad rural.

Silvana Arnaudo habla con pasión de Mapis, ese lugar al que llegó 12 años atrás. Cuenta que "nace con la llegada del primer tren en 1912, junto con el almacén". Recién después llegarán el club, la escuela y la capilla. "Nunca tuvo urbanización pero actualmente viven dos personas estables, en las casas de las personas que antiguamente trabajaban para la estación".

La escuela es escuela y es casa también. "Con mi compañera, Paz Criante Gómez, de nivel inicial, estamos de lunes a viernes. Ella con Salvatore, su bebé de 11 meses y yo con mis hijos Santiago, de 13, y Lucía, de 16. Ellos van al CEP de Arboledas (Centro Educativo para la Producción), que pertenece a Daireaux. Elegí ese lugar porque me gusta, cubre mis expectativas y las de mis hijos. Le decimos casa escuela porque a partir del horario en que los chicos se van, toda la escuela se convierte en nuestra casa. Y la verdad es que desde que se cerró el almacén lo único que se mantiene con vida y da vida al resto es la escuela".

El pequeño almacén

En alguna de sus tantas notas en el diario La Nación, Leandro Vesco describe que "el pueblo tiene solo una calle de tierra y en la entrada está la escuela, donde asisten 12 alumnos. Las dos maestras viven allí durante la semana, una de ellas, con sus dos hijos. Su cuarto es el archivo. Bajo las estanterías repletas de biblioratos, cuatro pequeñas camas permiten que ambas docentes puedan seguir con el cargo, y que esta localidad olvidada, se mantenga viva. El viernes vuelven a su casa en Olavarría".

La decisión de dar vida a la estación de trenes, a la que la historia de este país durante los años del neoliberalismo le puso el certificado de qepd, nació de un proyecto entre el jardín de infantes, la escuela y la cooperadora escolar. "Decidimos recuperarla en 2011 para celebrar el centenario en 2012. En un primer momento se trabajó para limpiar y recuperar el lugar. Y luego junto a los antiguos pobladores, ex docentes, ex alumnos, la comunidad, trabajamos para rescatar la historia del lugar", describe Silvana Arnaudo. "El proyecto surge pensando en el arraigo. Por eso de que no se puede querer un lugar si no se lo conoce. Nosotros amamos este lugar, trabajamos incansablemente".

El almacén de ramos generales cerró ya hace algunos años. Y sigue siendo para los habitantes de la zona una deuda. "Era el lugar de encuentro de chicos y grandes. Cuando salían de la escuela, los chicos iban a comprar golosinas, jugaban al pool. Todas las familias compraban en ese lugar y la mayoría de los propietarios les daban la provista mensual. Y ahora se tienen que mover a una ciudad o a otra para tener lo que necesitan. A la tardecita se juntaban a charlar, jugar a las cartas, a la paleta, a tomar algo, le daba mucha vida al lugar", relata Silvana Arnaudo mientras lamenta esa ausencia.

Contra viento y marea

En 2018 la escuela de Mapis obtuvo el primer premio Maestros Argentinos. Recibió un millón de pesos por "La escuela rural: el mejor lugar para prevenir la hidatidosis". Una zoonosis endémica de la zona que se contagia de ovejas a perros y que llega así a los seres humanos. Con el dinero del premio organizaron capacitaciones en distintas escuelas de la zona y del resto del país. "Articulamos con una escuela de Villa Pehuenia, en Neuquén y ahora estamos en una articulación con una escuela de Curuzú Cuatiá, en Corrientes".

No es fácil la vida en Mapis. "Hay luz eléctrica, a través de paneles solares. Y cuando está nublado nos quedamos sin luz. Incluso en días no tan nublados a veces, cuando prende el bombeador de agua para cargar el tanque, consume demasiado y nos agota las baterías. Así que hoy, por ejemplo, amanecimos sin luz hasta que se recuperan las baterías y ahora tenemos. Wi fi tenemos en la escuela solamente porque gracias al premio ´Maestros Argentinos´ pudimos poner internet", describe la directora del establecimiento.

En cuanto al agua, no es apta para consumo humano. Y las docentes trasladan cada semana los bidones de agua mineral que les provee el Consejo Escolar. Cuentan con teléfono fijo aunque cuando se quedan sin energía eléctrica ya no tienen ni teléfono ni wifi. Y esta conexión también se cae cuando se corta la luz en Recalde, que es desde donde les proveen el servicio.

Durante un tiempo tuvieron que enfriar los alimentos en una conservadora porque la vieja heladera a gas un mal día les dijo definitivamente basta. Estuvieron juntando aportes desde la cooperadora pero finalmente el Consejo Escolar de Olavarría les proveyó de la nueva heladera y los fondos que les quedaron fueron usados para reemplazar los juegos del patio de la escuela.

Cada día se parece mucho al anterior. A las 17 concluye el horario escolar y el establecimiento se transforma. La auxiliar docente permanece un rato más y, mate mediante, dejan organizado el trabajo de la siguiente jornada. Desde hace unos meses se les revolucionó la vida. Tras una licencia por embarazo, Paz Criante Gómez, la maestra de jardín, volvió a su rol junto a un nuevo integrante: Salvatore, que ya tiene 11 meses. "Estamos todos muy felices de tenerlo acá y entre todos cuidarlo".

Mientras Silvana Arnaudo habla con EL POPULAR para esta nota, se escucha la música de fondo de las golondrinas. Un par de bocinazos de familias de los alrededores. Algunas viven a 5, 10 ó 15 kilómetros de la escuela. La vida se respira y late con otros ritmos. Que se van acelerando a medida que se acerca la jornada festiva de este sábado.

Y la estación de trenes volverá a llenarse, a cuatro décadas de que pasara el último de los ferrocarriles que le dio intensidad al poblado y a 109 años desde su fundación.

Escapadas soñadas

Hace apenas unos días, Leandro Vesco -que este sábado presentará "Escapadas soñadas" en Mapis- fue elegido como uno de los 25 periodistas turísticos más influyentes del mundo por la Organización Mundial de Periodismo Turístico junto a los egresados del diplomado Experto Internacional en Comunicación del Turismo. Hace unos 13 años que recorre pueblos hundidos en la soledad. Que resisten a pesar del vaciamiento de los trenes que dejaron de darles su influjo de vida a esos pueblos. Leandro Vesco escribió "Desconocida Buenos Aires, Historias de Frontera", "Secretos de una provincia" y ahora "Escapadas soñadas".

Hace poco más de un año, decía en nota con EL POPULAR que gracias a la escuela "Mapis sigue siendo un punto en el mapa" porque "había un almacén de ramos generales que cerró". Y agregaba que "la gente del pueblo pide que se reabra pero depende de que los dueños de la tierra, la familia Lamas, entendieran que si abre el almacén, no sólo es un atractivo turístico sino que le dan al poblador la posibilidad de tener las provisiones, si no la gente tiene que irse a Blanca Grande o Recalde".

Ese almacén que -lamenta hoy Silvana Arnaudo- sigue siendo materia pendiente.

Festejo popular

Hay que recorrer casi 120 kilómetros. Asfalto y tierra para llegar a Mapis, ese poblado cuya vida gira en torno de la escuela y el jardín. Este sábado se hará una gran fiesta que se extenderá durante todo el día. Las actividades iniciarán a las 10.30 y una hora más tarde el periodista Leandro Vesco presentará su nuevo libro, que cuenta con un capítulo destinado a Mapis. Habrá juegos, cantina, música y un telón con un tren a vapor pintado se usará para que los visitantes se prueben la ropa antigua que estará a disposición y se hagan fotos.

Todo será a beneficio de los establecimientos educativos.