Acompañada por una treintena de votos, ayer la Vicepresidenta Cristina Kirchner resolvió alejarse del gobierno de Alberto Fernández, haciendo que el Frente de Todos, el que le ganó Cambiemos, hoy se haya transformado en el Frente de Algunos ¿Pocos o muchos? No importa porque se perdió la unidad de una coalición entre quien tenía los votos del núcleo duro, tal vez el sector mayoritario, y los independientes que se le habían sumado por las deficiencias del gobierno anterior.

En un video, Cristina buscó dejar en claro su oposición al acuerdo con el FMI y transformarse quizás en la referente futura de la izquierda junto con el MST, el PO y otros. Pero con el peronismo fuera o quedándose solo con una facción casi testimonial.

Cristina terminó de romper otro espacio que ella misma había creado. Actuó como Sísifo, aquel personaje mitológico que debía empujar la roca eternamente hasta una cima para ver como se le caía posteriormente. Quizás hay una personalidad parecida en Cristina, como la que muestra y ha mostrado permanentemente Elisa Carrió. Esto es, construir y destruir eternamente su propia obra.

El video la victimiza, adelanta su posición sobre el acuerdo con el FMI, pero la sitúa y coloca además al Gobierno al borde de un cisma peligroso que no solo lo podría hacer perder dentro de dos años, sino que además genera una situación de riesgosa ingobernabilidad que solo conduciría hacia un abismo.

Ese cisma es similar al de mediados de la década del Ochenta en el peronismo que lo llevó a Herminio Iglesias a quedarse solo con una minoría "enojada" y nada más, o la grieta que dividió al radicalismo a finales de los cincuenta.

Cristina decidió despegarse del Gobierno pero no se sabe aún si Alberto tomará ese mensaje para pasar a otra etapa. Lo más probable es que el Presidente termine tocando el timbre permanentemente en el domicilio de su compañera de ruta y acabe durmiendo en su puerta hasta obtener su perdón, casi como una prueba de amor y de fidelidad.

En el Presidente, la fidelidad se parece demasiado a la genuflexión, y esto ha sido evidente y palmario en varios actos que compartieron. Entonces, si Alberto no aprovecha esta coyuntura para reformular su gobierno y a su propio espacio, se perdería una oportunidad inmejorable para el país y para su propio futuro político.

Por lo tanto, es muy dificil que la Vice se quede en el Frente de Todos, simplemente porque, a la luz de los resultados, ella perdió pero no solo la votación sino que debe resignar su posición y acompañar la contraria. Entonces, ¿quien podría pensar que Cristina va a continuar en el espacio que ella misma creó?. Si lo hace sería solo para quedar protegida ante la Justicia y solo eso. O, podría darse un cisma gradual como se fue dando en los Setenta cuando la JP se fue dividiendo luego de que Perón echara a un grupo de la Plaza de Mayo. Por lo tanto, a partir de ahora habrá un claro enfrentamiento entre dos posiciones, solo que se va a transformar en un "doble comando" que nunca sirvió para gobernar y solo condujo a la confusión.

El enfrentamiento por la refinanciación de la deuda vinculó a una mayoría oficialista con la oposición, contra una clara minoría de diversas posiciones políticas. El debate y luego la votación enfrentó, según Weber, la ética o la lógica de la responsabilidad contra la de la convicción.

Cristina, video y significado

El video de Cristina mostraba vidrios rotos, piedras y dos libros, uno de un Perón que nunca quiso y otro el de una Evita tal vez algo idealizada junto con el de un Maradona deificado.

No cabe ninguna duda que el Gobierno ya está haciendo desde su asunción el ajuste tan temido por Cristina pero en el que ella también fue parte. Las primeras víctimas fueron los jubilados en marzo de 2020, y el resto del pueblo lo padeció y lo sigue padeciendo a partir de una inflación indetenible que va erosionando el poder adquisitivo de los salarios. Pero el oficialismo, incluso Cristina, claro, no lo quiere admitir simplemente porque no estarían observando la realidad.

No se sabe qué va a pasar en el Senado, pero por lo pronto y como induciendo una conducta, dejó en libertad de acción a los miembros de su bloque. Ella ya tomó la decisión y se verá si hay un voto-temor.

No hay duda que el debate legislativo y su resultado contribuye a desplazar la política hacia los extremos: o se va a ir desplazando hacia la izquierda, estalinista o no tanto, o hacia el liberalismo a ultranzas de Espert o Milei con sus recetas mesiánicas y propias del darwinismo social.

O quizás habría una reconstitución del centro con una suerte de transversalidad entre el peronismo y un Cambiemos moderados, lejos de la grieta y los extremos maniqueos de sus propias coaliciones.

Es muy probable, entonces, que si la presencia de Cristina Kirchner y de Mauricio Macri, las fuerzas políticas se vaya alineando de distinta manera y con otras combinaciones que vinculen a los más parecidos entre sí, lejos de otras variables.

Todos, pero con Paso

¿Puede repetirse el cisma y la consecuente reconfiguración política en Olavarría?. Definitivamente sí. Ya se alienta en el Frente de Todos las Paso locales, un fenómeno que también seguramente se dará en Juntos por el Cambio.

Dicen que Sergio Massa está empujando a sus referentes seccionales, como Eduardo Rodríguez, a postular sus candidaturas a intendente en cada municipio de la Séptima y trazar un mejor vínculo con Ricardo Lissalde y Luciana Padulo, quien pese a ser de Tigre, aquí la destacan por "su compromiso con la Sección".

No habría que descartar entonces la candidatura de Eduardo Rodríguez en Olavarría compitiendo en una Paso contra Federico Aguilera y eventualmente Sergio Milesi quien cuenta hoy con el respaldo de massistas y referentes de intendentes del Conurbano y obviamente de Martín Insaurralde, seguramente el futuro candidato a Gobernador del FDT. Milesi también cuenta con el respaldo del ministro de Transporte, Jorge D'Onofrio y de Miguel Bettili junto con una veintena de sindicatos. En esta interna estaría puesto el interés de Ricardo Lissalde de negociar luego con La Cámpora un lugar en la lista de diputados en 2023 a cambio de bajar a sus pre-candidatos distritales.

El saladillense no se lleva nada bien con D'Onofrio y de ese modo resolvería esta interna del massismo.

Juntos y los otros

El fuego amigo en el FDT podría llevarse la cabeza del titular de Aoma, Ramiro Vázquez, quien habría iniciado una batalla contra los médicos por el cobro de plus, y su posible reemplazo por una militante no profesional de la medicina vinculada al camporismo. Hasta ahora son solo versiones, pero, como dice el refán, cuando el río suena…

Frente a estos sucesos y a una posible fractura de "Todos", el Intendente piensa en volver a presentarse como candidato en 2023 y que, tanto él como cualquiera de su espacio, no necesitaría siquiera gastar un peso en campaña electoral. Como decía Perón cuando le preguntaban qué pensaba hacer frente a los opositores, el viejo líder respondía: "yo nada, todo lo van a hacer ellos".

Ezequiel Galli sigue recorriendo la Séptima, como preparando el escenario para una posible candidatura nacional o provincial en las próximas legislativas, mientras su aliado Mario Cura consolida su propio espacio político con el "Peronismo republicano" que conduce Miguel Angel Pichetto. 

Desde esa agrupación podrían pensar que ante una fractura del FDT, la transversalidad peronista está a un paso. Solo resta saber con qué y con quienes se queda Cristina con su kirchnerismo, si bien el más fuerte, también sigue teniendo un bajo techo electoral. La reconfiguración de la política nacional está en marcha y con consecuencias impredecibles.

Grietas en el Ateneo

En la inauguración del Ateneo Néstor Kirchner, el último viernes, el diputado provincial, César Valicenti, se descolgó con un discurso pretendidamente aperturista en el que instó a convocar a todas las organizaciones del frente de Todos y eso es precisamente el mensaje que dejó, una suerte de frentismo por encima del camporismo, algo que hoy Valicenti quiere, si no esconder, al menos minimizar para sustituirlo con una vocación frentista y de apertura política.

Valicenti invitó a militar hasta que, según su juicio, en Olavarría "se den cuenta de que debe haber otro tipo de gobierno", refirió uno de los asistentes no-camporista que asistió tan azorado como el resto ante la profunda diferencia de mensajes entre el diputado y el subsecretario de Minería de la Provincia y futuro candidato a intendente por Todos, Federico Aguilera.

El ex concejal descargó, según algunas fuentes, un discurso contrario al de su jefe y amigo, en contenido y estilo, que sorprendió a todo el mundo. Había eseverristas de Hacer Olavarría, gente de La Corriente como Liliana Schwindt, Telma Cazot, del randazzismo, de sindicatos, entidades barriales... y otros que no esperaban este juego tan dialéctico entre Valicenti y Aguilera. El escenario se pareció demasiado al nacional y si en ese nivel ya se insinúa una fractura, posiblemente en Olavarría también si es que no rectifican el rumbo a tiempo.

"Yo sé que voy a ser políticamente incorrecto" dicen que anticipó el subsecretario provincial de Minería, quien luego, empleando algunos conceptos de su función, acabó dinamitando una posible apertura propuesta por Valicenti.

"Hay muchos que han traicionado a nuestra Presidenta", dicen que añadió apuntándole sin precisarlo, a massistas, randazzistas, correntistas..., y cuentan que todos se miraron azorados por semejante acusación.

Schwindt y Hacer Olavarría se habrían sentido aludidos y estimaron, como alguien lo transmitió luego a este columnista, que se sintieron como presas de una celada en la que se los había invitado para luego acusarlos. Pero diferenciaron claramente las actitudes de César Valicenti y Maxi Wesner de la de Aguilera. 

Todos se miraban azorados. Cuentan que hubo algunos tímidos silbidos contra la facción eseverrista pero la respulsa fue hasta ahí nomás. La guerra interna nacional se había trasladado al Ateneo del camporismo local.

Cada uno se fue con sus hipótesis de lo que había pasado. Algunos pensaron que Federico había lanzado su candidatura a intendente con su propio ADN. Otros estimaron que frente a la eventual fractura nacional del FDT, el subsecretario pretendió dejar sentado donde se va a parar.

César Valicenti, por su mismo rol en la Cámara Baja necesita proyectarse al resto del peronismo, mientras que Aguilera habría exagerado en marcar diferencias cuando hace apenas unos días, ante este columnista, aplaudió públicamente el acuerdo con el FMI, el mismo que hoy Máximo y Cristina repudian. ¿Temió quedar descolocado y se le fue la mano en su afán de rectificar lo que había dicho?.

Lo cierto es que la apertura propuesta aperturista de Valicenti desembocó paradójicamente en un blindaje de la agrupación pero también del PJ ya que quien lo preside es quien clausuró la apertura.

No quedan dudas que los hechos del viernes posiblemente favorezcan a otras candidaturas para las paso de 2023. Valicenti quiso abrir las puertas del FDT, pero su compañero de ruta las cerró bajo siete llaves dejando gran parte de los invitados afuera. Quizás esa no fue su intención, pero Federico deberá aclararlo si es que pretende ser el candidato del peronismo y no solo de un camporismo dogmático y fundamentalista.

Tanto fue así que ayer, ante tales acontecimientos, la concejal Mercedes Landívar se comunicó con la mayor cantidad de asistentes y los convocó nuevamente a "conformar algo bien amplio", confirmando la idea propuesta por el diputado Valicenti.

Las piedras de la intolerancia

El país retorna peligrosamente al uso de la violencia como método político. El ataque al Congreso, al despacho de la Vicepresidente y la agresión criminal a la polícía con bombas molotov son parte de conductas que nuestra dirigencia debe repudiar desde todos los sectores políticos y sociales.

La historia demuestra palmariamente que la violencia no conduce a ninguna solución y que prefigura un escenario en el que solo prevalecen los más violentos y no los que tienen razón. Se debe pensar seriamente que toda intolerancia conduce al crimen.

El derecho primordial es el de la defensa de la vida y éste es el que debe guiar todos los comportamientos. Lo que pasó en las afueras del Congreso ya había ocurrido en 2017 cuando se discutió la reforma previsional. La violencia fue la manifestación de la intolerancia y del fundamentalismo antidemocrático y antipopular, porque entonces y ahora se atacó a los representantes que el pueblo eligió por vía del sufragio universal. ¿Cuál es el otro sistema que prefieren? ¿la de la imposición autocrática? ¿el de la prepotencia militar?

La violencia en las afueras del Congreso alimenta la impunidad, la supremacía del más fuerte y erosiona las bases democráticas y republicanas de un país. Nada justifica el uso de la violencia, ni el FMI, ni la bronca, ni los derechos de un pueblo que dicen representar, y todo debe concurrir en favor de la paz y el debate civilizado, simplemente porque toda intolerancia política acaba siendo criminal.