"Uy boludo, me pegaste", habría sido la expresión de Marconi luego de que recibiera el disparo en el pecho. Segundos después cayó al piso y a pesar de los intentos de los médicos que lo atendieron, falleció esa misma madrugada. El ataque sucedió pasada la medianoche en uno de los pasillos del monoblock 9 del barrio Jardín, en el que el adolescente de 15 años estaba reunido con otros chicos de similar edad.

En el fallo que ayer dictó la jueza Cecilia Desiata, se refiere en primera instancia que, de acuerdo a las pruebas presentadas y los testimonios escuchados durante la única audiencia oral que tuvo el juicio la semana pasada, en ese sector del barrio Jardín estuvieron presentes junto a Marconi y a Sánchez otros cuatro jóvenes de entre 15 y 18 años. Fue el acusado quien portó un revólver calibre 32 y "tras exhibirlo ostentosamente (...) comenzó a manipular el mismo, con su mano derecha, golpeándolo contra la palma de su mano izquierda y con dicha violación del deber objetivo de cuidado, efectuó un disparo que le causó la muerte del niño Enzo Roberto Miguel Marconi".

Posteriormente la titular del Juzgado Correccional de Olavarría refirió que, entre las distintas pruebas que confirman que Sánchez, de 21 años, fue el autor del disparo, se encuentra "el dermotest, sobre la mano del imputado y la autopsia de la víctima". Desiata agregó que "el modo, imperito, imprudente, negligente y violatorio del deber objetivo de cuidado, con el cual Sánchez manejó el arma de fuego, fue patentizado en orden a la comisión del homicidio culposo, por todos los testigos presenciales del mismo".

En el fallo al que tuvo acceso EL POPULAR la jueza refirió que los testigos del disparo "en lo esencial coincidieron al decir que, no había problemas anteriores entre víctima y victimario. Que causar la muerte de Marconi, no fue un resultado previsto por Sánchez, como propio de la manipulación harto imprudente de un arma de fuego. Es más tampoco lo advirtieron así los otros jóvenes. A punto tal que, cuando Enzo, dijo que le había ‘pegado’, creyeron que era una broma. También dijeron que, apenas caída la víctima, el imputado se le acercó, se arrodilló al lado del mismo, los instó a que solicitaran ayuda y una ambulancia y se retiró del lugar, llevándose el arma consigo y pidiendo también que, no dieran su identidad a las autoridades".

Al analizar los distintos testimonios de los adolescente que estuvieron con Enzo Marconi y Sebastián Sanchez esa noche, todos coincidieron en que este último les mostró el arma poco después de que llegara, la manipulaba para explicarle sus características, y "que al golpearla se disparó y le pegó a Enzo".

Al momento de analizar si existían agravantes, en el fallo se hizo lugar al planteo de la Fiscalía 4 sobre "la naturaleza del hecho, es decir la culpa casi temeraria de la que devino el resultado mortal; lo ostentoso de la portación del arma de fuego, presumiendo de la portación ilegal de la misma. La cantidad de personas que había en el lugar que manipuló imprudentemente el arma y la escasa distancia entre él -en esa actitud- y los restantes jóvenes. Y fundamentalmente la conducta posterior al hecho, cuando se retiró del lugar, dejando a la víctima moribunda y, pidiéndoles a los testigos que ocultaran su identidad".

"Siento una paz enorme"

La primera persona en declarar ante la jueza Desiata, en la audiencia que se realizó el 5 de octubre, fue Yesica Salguero, madre de la víctima. Ayer, poco después de que conociera el fallo de la magistrada olavarriense, refirió a EL POPULAR sentir "una paz enorme, siento que toda esta lucha no ha sido en vano". La mujer llevó adelante varias movilizaciones con el fin de que el acusado sea enjuiciado, aunque sostuvo en todo momento que no se trató de un homicidio accidental.

Más allá de la condena que se dictara, que se correspondió con lo requerido por la fiscal María Paula Serrano pero fue menor a los 6 años y medio que solicitó el abogado Andrés Pellegrino como patrocinante legal de Salguero, la mujer refirió que ayer "venía con la postura de estar tranquila que habia hecho todo, porque habíamos llegado a un juicio que eso para mí era súper importante. Y ahora estoy con más paz porque va a pagar lo que hizo que fue quitarle la vida a Enzo y que no quede impune".

Si bien la pena es de 4 años de prisión, Sánchez, quien llegó al juicio en libertad, seguirá en la misma situación hasta tanto el fallo quede firme. Fuentes vinculadas con la causa no descartaban ayer que los abogados Claudio César García y Pablo Salerno, defensores del acusado, recusaran la sentencia en una instancia superior. La jueza Desiata ordenó por otra parte decomisar el revólver calibre 32 largo que portaba Sánchez el día del homicidio.