Referentes de los credos de Córdoba rezaron por la Patria y la fraternidad
En el encuentro ecuménico e interreligioso en un templo armenio de la ciudad de Córdoba se imploró a Dios poder construir una verdadera patria de hermanos.
La celebración se llevó a cabo el jueves último y estuvo organizada por el arzobispado de Córdoba, el Comité Interreligioso por la Paz (Comipaz) y el Centro Ecuménico Cristiano de Córdoba. A raíz del contexto de pandemia, la actividad se transmitió por YouTube y fue seguida por creyentes y fieles que participaron de una súplica común por la paz y la fraternidad.
Presidida por el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, participaron el obispo auxiliar, monseñor Pedro Javier Torres; el rabino Marcelo Polakoff, del Centro Unión Israelita; el ingeniero Omar Muza, de la Sociedad Árabe Musulmana de Córdoba; el pastor Norberto Ruffa, del Consejo de Pastores; el padre Nahabet Karapetyan, de la Iglesia Apostólica Armenia; el padre Gabriel Díaz, de la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado Ecuménico; Susana Albo, de la Iglesia Anglicana; el pastor Rodolfo Sexauer, de la Iglesia Evangélica Luterana; el pastor Norberto Rasch, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata; el pastor Ernesto Lerch, de la Sociedad Bíblica Argentina; y Juan Carlos Nieto, de la Comunidad Bahai.
En representación de las autoridades provinciales asistió el ministro de Gobierno de Córdoba, Facundo Torres, mientras que por el municipio de Córdoba lo hicieron el secretario de Políticas Sociales, Inclusión y Convivencia, Raúl La Cava y la subdirectora de Culto, Mara Pedicino.
Los referentes religiosos coincidieron en destacar el papel ciudadano en la construcción del bien común, defendiendo los derechos de cada persona y exigiendo el cumplimiento de las obligaciones como argentinos, respetando la validez y responsabilidad de las instituciones democráticas, atendiendo especialmente a los sectores más vulnerables.
"Los creyentes de la provincia de Córdoba nos encontramos hoy presencial y virtualmente para orar por la Patria, por sus ciudadanos y autoridades", expresó monseñor Ñáñez.
El arzobispo cordobés destacó que lo hacen "con la convicción de que todos contribuimos al bien común de la Nación y por ello juntos nos encomendamos a Dios Nuestro Señor, a quien la Constitución Nacional invoca como fuente de toda razón y justicia". "Queremos asumir lo que decíamos los obispos argentinos al comenzar el nuevo milenio ‘creemos que nuestra Patria es un don de Dios confiado a nuestra libertad; un regalo de amor que debemos cuidar y mejorar''", puntualizó.
"Queremos tener un desafío muy importante; el de construir una Patria de hermanos. Es decir, queremos estar atentos a la delicada y preciosa tarea de construir una verdadera fraternidad. La fraternidad supone un origen común. Creemos en Dios y lo reconocemos como Padre, entonces todos nosotros somos hermanos", subrayó.
Monseñor Ñáñez señaló que "la experiencia de Córdoba nos demuestra que construir fraternidad no es una mera quimera, un sueño irrealizable sino, por el contrario, algo realmente posible". "A los creyentes y personas de buena voluntad nos toca afrontar el desafío y a testimoniarlo en nuestra ciudad, en nuestra Patria, especialmente en este tiempo tan difícil de la pandemia que ha modificado la normalidad y nos plantea la exigencia de afrontar el futuro con solidaridad, creatividad y verdadera esperanza", sostuvo.
El arzobispo de Córdoba finalizó recordando a "todos los agentes sanitarios y a todos los que gastan y arriesgan su vida al servicio de sus hermanos y hacen realidad lo que significa una verdadera Patria de hermanos". Agencia AICA