Siguen los gestos de generosidad en La Madrid
"Dominguin" hace 16 años que ya no reside en la ciudad y, luego de vivir en La Plata, se radicó en General Belgrano, "que es un lugar muy parecido a La Madrid. Tengo un hijo de 4 años y quiero que viva en un lugar tranquilo, donde se pueda andar por la calle y las bicis estén sin candado, y la ciudad donde estoy me hace acordar mucho a La Madrid", relata.
Farías hizo llegar al sistema de salud una donación consistente en 3.000 barbijos quirúrgicos, 2.000 barbijos KN95 (mayor filtrado, uso no médico) y 10 tótems sanitizantes de alcohol en gel.
"La empresa la monté unos días antes de que comenzara el tema del coronavirus y soy proveedor de distintos municipios. Cuando hice el contacto con La Madrid siempre quise hacer una donación, porque no me olvido de dónde vengo", cuenta Domingo Farías a EL POPULAR.
"Al inicio de la pandemia distribuía barbijos y otros elementos que ya estaban escaseando y por suerte me fue bien", repasa.
"La donación venía pensando en hacerla porque la situación está complicada. Viendo que un grupo de vecinos ya había hecho donaciones de cascos, se me ocurrió entregar elementos que sirvan para el hospital y la escuela de ajedrez, lugares que son muy representativos y queridos", destaca.
"Pude hacer el contacto con Javier Rielo y él se encargó de hacer todo. Lo único que pedí que algo fuera a la Escuela de Ajedrez, porque me crié ahí", señala.
Los tótems están ubicados en los cuatro CAPS y cuatro en el Hospital Municipal (acceso principal; guardia; consultorio de patologías respiratorias y administración), en tanto que los dos restantes se instalaron en el ingreso al Municipio y al Complejo Cultural.
Al profe, con cariño
Domingo Farías se fue hace más de una década de General La Madrid, pero cada vez que puede regresa a la ciudad.
"Me fui a vivir a La Plata y luego me radiqué en General Belgrano, que está al lado de Brandsen. Busqué un lugar que fuera parecido a La Madrid porque es tranquilo, acá te saludan todos, dejás la bici afuera y la gente es muy amable, además es muy turístico. Tengo un nene y no quería que se críe en La Plata", reseña.
"Lo que se extraña de La Madrid es la familia y los amigos; cada vez que puedo voy y me trae nostalgia", dice.
Esos recuerdos que tiene grabados "Dominguín" lo llevan directamente a la Escuela Municipal de Ajedrez y por supuesto a Aldo García Labandal. "Tengo los mejores recuerdos porque estuve yendo hasta los 21 años", rememora.
"Aldo, además de profesor, fue un amigo, una persona que siempre te guiaba y, aunque uno se equivocara, siempre quería lo mejor. No va a haber otra persona como él, era un fuera de serie. Lamentablemente no pude acompañar a la familia cuando falleció, pero tengo el mejor de los recuerdos", cuenta al recordar al querido profesor Labandal.
"En la Escuela de Ajedrez estuve más de diez años jugando y compartí muchas cosas ahí. Fueron momentos hermosos porque estábamos en el Complejo y era un lugar genial para los chicos", cierra Domingo Farías.