Miguel Viñuales

"La biodigestión anaeróbica no solamente representa una solución integral a los problemas de contaminación ambiental provocada por residuos orgánicos, sino que además es una oportunidad de negocio con una muy buena rentabilidad y rápido recupero de la inversión inicial", explica el ingeniero químico cubano Armando Beato Castro, integrante de una empresa local especializada en la instalación de biodigestores a mediana y gran escala.

Aunque los biodigestores suelen estar asociados a la producción de energía por medios renovables y a pequeña escala, al menos desde el punto de vista general, lo cierto es que su implementación a gran escala no sólo es posible, sino que se presenta como una de las herramientas más prácticas y eficientes para solucionar varias necesidades nucleares de las empresas cuyo funcionamiento produce gran cantidad de desechos orgánicos.

Beato Castro llegó a la Argentina el año pasado, a raíz de una invitación que se le hace para exponer sus desarrollos sobre el tema, y cuando llegó pudo apreciar que, aunque la situación era diferente de la de Cuba en cuanto a las necesidades energéticas, había un grave problema de contaminación ambiental.

El resto del equipo está integrado por el ingeniero agrónomo cubano Vladimir Cruz Martínez y los olavarrienses Carlos Torres y Osvaldo Desancio, y planean brindar una conferencia abierta a todo público en los próximos días, con fecha a definir, explicando el funcionamiento y la implementación de este práctico sistema.

Pasar el invierno

El ingeniero Beato Castro reconoce que fue todo un desafío plasmar su experiencia en bodigestión en Olavarría, sobre todo por cuestiones climáticas y, en menor medida, de la escala de sus proyectos. Su primer trabajo fue en un criadero local de cerdos, en que el tratamiento de los residuos orgánicos no se llevaba a cabo de manera adecuada.

"Yo llevaba ocho años de trabajo en biodigestores a gran escala para tratamiento de residuos en establecimientos azucareros y de cría de cerdos, pero vine con la tecnología tropical. En Cuba, difícilmente la temperatura baja de los 20 grados en el invierno, pero en Olavarría es muy distinto, con lo cual era una cuestión a resolver frente a un invierno de 10 grados bajo cero, no obstante lo cual pudimos adaptar todo para que funcione correctamente, produciéndose la reacciones químicas necesarias sin ningún tipo de problemas", explica.

A partir de un concurso organizado por la Agencia de Desarrollo Local (Adelo) de la Municipalidad de Olavarría, en que Beato Castro presenta su proyecto y obtiene un premio, es que surge la posibilidad de ampliar el trabajo instalando un biodigestor en la Escuela Agraria, para el tratamiento de residuos necesario para certificar su producción de lácteos, y en este momento está en marcha el proyecto, ya a mucho mayor escala, de instalar un cuerpo de ocho biodigestores en el Matadero Municipal, con el fin de dar solución al grave problema de contaminación ambiental y de napas que el lugar produce.

Una buena digestión

El sistema de biodigestión anaeróbica se presenta como una de las soluciones más ingeniosas y prácticas para atacar dos de los grandes problemas que vienen de la mano de la intensificación y la vida moderna: la acumulación de residuos y la crisis energética, que se solución simultáneamente en un único proceso de reciclaje.

Los biodigestores transforman mediante reacciones químicas naturales todos los desechos orgánicos generados por tambos, feedlots, criaderos de cerdos o aves, y emprendimientos similares, en diferentes subproductos que pueden ser reutilizados o bien, comercializados.

El primer producto es energía natural, limpia y directamente utilizable en forma de gas metano, conocido como "biogás", que puede ser envasado de manera sencilla y utilizado de la misma manera que el gas común, para generación de calor o movimiento de motores. No es menor el hecho de que este gas metano, que colabora con lo que se conoce como "efecto invernadero" global, se reutiliza en vez de ser liberado a la atmósfera.

La materia orgánica resultante de la digestión puede ser separada en forma de sólidos y líquidos. En el primer caso, una vez secado se obtiene un fertilizante orgánico que puede utilizarse en cualquier plantación agrícola, y el líquido resultante es básicamente agua que, luego de un sencillo tratamiento, queda perfectamente limpia y apta para cualquier uso excepto consumo humano.

Otro punto a considerar es la neutralización de los olores, ya que son producidos por fenoles, elementos integrantes de los residuos orgánicos, que al no liberarse al aire no producen esas emanaciones desagradables características de los feedlots o criaderos intensivos.