Tras recolectarse sólo 30.000 hectáreas en dicha provincia, las lluvias de carácter "inédito" que depositaron entre 900 y 1.100 milímetros de agua acumulada en más de tres meses, dejaron a la cosecha de soja "envuelta en una vulnerabilidad extrema".

Según la entidad, todavía falta recolectar 465.000 hectáreas sembradas con la oleaginosa, de las cuales "ya se prevén pérdidas de calidad" en la soja de primera que se encontraba lista para ser cosechada.