Después de ver una publicación en Facebook sobre el desarrollo de la elaboración de ibuprofeno para inhalar surgió la pregunta: ¿hay que prepararlo en Laprida, más allá de que lo usen o no, y que esté disponible?, y así la farmacéutica lapridense comenzó a adquirir conocimientos a través de Zoom y todo lo necesario para su fabricación.

En un diálogo con Isabel, nos contó que "en abril me sumé a un grupo de farmacéuticos argentinos -hoy aproximadamente somos 600- que producimos, para entregar gratuitamente y con la presentación de una receta de archivo firmada por un médico, una medicación vinculada a Covid-19, que según colegas y médicos que la utilizan puede evitar que los pacientes lleguen al Hospital"

Después de ver una publicación en Facebook sobre el desarrollo de la elaboración de ibuprofeno para inhalar surgió la pregunta: ¿hay que prepararlo en Laprida, más allá de que lo usen o no, y que esté disponible?, y así la farmacéutica lapridense comenzó a adquirir conocimientos a través de Zoom y todo lo necesario para su fabricación. Luego se tomó un momento para agradecer "a todo el grupo de trabajo de la farmacia, ya que ellos permiten que yo esté 4 ó 5 horas fabricando ibuprofeno, y por sobre todo a Patricio Calderón, que me empujo para hacerlo, me dio aliento y me ayudó a descifrar certificados de calidad de las drogas escritos en inglés". Desde el 18 de noviembre, hoy el producto está disponible y tiene una validez de 15 días, y "si en ese lapso de tiempo alguien lo necesita, lo usaremos", agregó Isabel.

Con sencillez y naturalidad, la profesional nos cuenta que "lo hago para devolverle algo a Laprida de lo que me ha dado en estos 33 años. Mi único mérito en esta historia ha sido ser tenaz, constante y pensé en darle a quien lo necesité una solución, para este grave problema que nos atraviesa"

También la consultamos sobre sus sensaciones como profesional farmacéutica al trabajar en este proyecto y obtener este producto, sobre lo que señaló que lo que siente "es satisfacción, poder practicar algo de lo que aprendí hace muchos años. Siento alegría y emoción por el solo hecho de prepararla y ayudar. Y si lo que puse e invertí para esto sirve para salvar una vida, estoy satisfecha, no necesito más".

Su historia familiar en sus primeros años no la hacía pensar en la posibilidad de instalar una farmacia, sabía del esfuerzo de sus padres para que ella y sus hermanas estudien, pero esa ilusión comenzó en 1988 con ayuda "de mi suegro, que pudo alquilar el lugar para su instalación, empezamos a trabajar con mis hermanas y me ayudó mucho la droguería. Hoy somos una empresa familiar con mis hijos, que nunca pensé que estarían, y junto a un gran grupo de empleados"

Al final, con una voz emocionada y dejando de lado lo profesional y pasar a su rol de mamá orgullosa llegaba el agradecimiento a sus hijos Daniela y Emanuel, "que me apoyan en todo lo que hago, están incondicionalmente al lado mío, que ponen todo lo que tienen para que yo pueda realizar y hacer lo que hago en momentos no tan fáciles para mí". (Gentileza: Marcos Lacal - Lapridaweb)