Abel Gorosito está parado en la puerta del Complejo Cultural y observa cómo transita La Madrid. Su mayor preocupación "son los pibes", dice, por eso la idea como nuevo secretario de Cultura y Juventud es que se acerquen al espacio de las artes. Sueña con seguir los pasos de Juan Carlos Pacín, tal vez uno de sus mayores espejos y hombre clave de su llegada a la ciudad hace ya varias décadas.

Gorosito asumió su cargo hace un mes e intenta acomodarse a él. Saluda con amabilidad y se dispone a hablar del proyecto que intentará plasmar con el correr del tiempo.

"Quiero trabajar con los pibes para que sientan en el Complejo, lo que nos hizo vivir a nosotros Juan Carlos Pacín", insiste. "Mi propuesta es que los propios chicos se organicen en las actividades, escriban la prensa y la difusión, o que se formen musicalmente y así ver un buen espectáculo sin recurrir a traer gente de afuera", remarca.

Cuestiones del destino

Abel Gorosito llegó a La Madrid para trabajar en los talleres del Complejo Cultural a mediados de la década del 80. "Yo vine de suerte; mi destino era venir acá", analiza, y recuerda que el proyecto original era de Quique de Olaso y Marcelo Sierra.

"Vine a dar clase por un tiempito, pero como había muchos alumnos anotados me dejaron. Trabajé hasta 1991 como profesor de guitarra", repasa.

Gracias al espaldarazo de los músicos y teniendo como base los "Noviembres musicales" creados por Juan Carlos Pacín, nació el Festival de la Creación. Esta es una fecha tradicional para la ciudad y que aún hoy, con sus idas y vueltas, se mantiene viva.

Sobre el Festival, el funcionario repasa viejas historias, sobre todo de los primeros años cuando por días enteros llegaban bandas de distintos puntos del país gracias a la difusión que se le daba al espacio. "En algún momento entraron entre 3.000 y 5.000 personas de afuera, y a algunos les empezó a molestar porque el lugar no estaba preparado", cuenta.

"Yo quiero recuperar lo que Pacín generó", resume el profesor sobre el futuro del Festival.

Genio y figura

-¿Qué cree que significó Juan Carlos Pacín para la cultura lamatritense?

-Era un tipo muy positivo para los jóvenes. Consideraba que eran el futuro de cualquier lugar y por eso los estimulaba; los respetaba e invertía en ellos.

El decía que la creatividad no sólo sirve para la música, sino que también es válida para cualquier persona y profesión. El que es creativo la va a pasar mejor y va a tener mejor vida.

Abel Gorosito recuerda a Juan Carlos Pacín como una figura única, capaz de dejar pasar la posibilidad de mostrarse así mismo y a su obra en el exterior, más precisamente en un congreso en Perú, con tal de resguardar el presupuesto e invertirlo en la educación de los adolescentes. También porque los defendió de una comunidad que no supo interpretarlos.

Sentado en un sillón del Complejo Cultural, Gorosito continúa describiendo la labor de Pacín.

"Este lugar (la sala del Complejo, un ex banco) lo peleó él para que se comprara", recuerda. "El Complejo me definió como profesor; me fue armando para ser lo que soy hoy", sostiene.

La cultura es la sonrisa

"Cultura es educar, no mostrar lo mejor. Es cambiar la cabeza de los jóvenes para que sean libres. Es muy difícil porque están bastardeados de todos lados; todos pretenden que sean genios o famosos porque si no no son nada... Hay que generar conciencia y es difícil", reconoce el flamante funcionario.

Abel Gorosito se crió en Olavarría y su adolescencia transcurrió durante la última dictadura militar. "Yo tenía 16 ó 17 años, teníamos conciencia pero éramos inconscientes. Sabíamos que pasaba algo porque tenemos un amigo que desapareció, pero yo era inconsciente... andaba de barba y miraba desafiante a la policía, pero a la vez ellos sabían que no estaba en política. Hablábamos del Che Guevara y nos manifestábamos, aunque no estábamos metidos. Nosotros seguíamos para adelante y no molestábamos, si comparamos con lo que ocurrió", rememora.

"Con el tiempo fuimos entendiendo lo que pasó y que desaparecieron generaciones. Recién ahora veo que los pibes se están insertando y empiezan a hablar de política", dice.

"Nosotros hablábamos de política y de religión. Eso había dejado de pasar. Todo había quedado como frenado, en una apatía total y cuando aparece (Néstor) Kirchner se comienza a hablar de nuevo de política. Con razón o sin ella lo que veo es que aparecen los líderes y los militantes. Lo política va a existir siempre, lo que se necesita es discusión y consenso para poder crecer", sostiene Gorosito.

"Los chicos tienen preocupaciones, lo difícil es despertarlas y que sean concientes de lo que está pasando. Falta compromiso y andan como a la deriva. A la vez están llenos de información y tienen un menjunje que les cuesta y los revoluciona día a día", observa.

"Hay que sumar profesores y personas que aconsejen bien a los pibes para que ellos tengan esperanza y le metan para adelante", sostiene.

-¿Qué le gustaría dejar para el futuro de La Madrid?

-El Complejo se creó con la idea de que cada profesor deje algo en su alumno. También que sean los jóvenes los que organicen sus cosas, que puedan hablar con los profesores, cambiar la música y sus cosas en la vida.

No me quiero quedar con las ideas en la cabeza. Ahora me dieron la oportunidad y lo voy a intentar. Quiero sumar y no tirar para atrás. Está bueno que la gente se junte y cree cosas para estar bien aunque sea un día más. Peleo por eso.