"Su incidencia viene creciendo día a día", reconoció el especialista para quien resulta "vital" hacer saber las características de la plaga y su dinámica en el cultivo. En este sentido, explicó que "los perjuicios que causa al cultivo varían de acuerdo a cada etapa del mismo y al ambiente, ya que plantas con stress hídrico sufren mucho más severamente que plantas bien hidratadas".

De acuerdo con Ioele, "si en la zona donde se implantará soja existen muy difundidas las siembras de legumbres de invierno, las probabilidades de encontrarnos con la plaga son mayores ya que estos funcionan como hospedantes alternativos y estacionales durante el invierno".

Asimismo, detalló que "los daños de altas poblaciones son más importantes en grupos de madurez cortos que en ciclos largos dependiendo de las condiciones ambientales posteriores, principalmente cuando el ataque se da en estadios vegetativos como se están dando actualmente".

Se trata de una plaga que, en las primeras etapas del cultivo se alimenta casi exclusivamente de brotes. Así, rompe la dominancia y las plantas responden con la emisión de brotes laterales que, ya no tienen la productividad del principal. Además, si la planta se recupera y esas ramas se cargan, pueden caer y cortarse por el peso al ser la inserción más débil.

En relación a las pérdidas ocasionadas por las plagas en campañas anteriores, Ioele recordó que "ya hubo momentos en los que las mermas alcanzaron los 900 kilos, sólo por la afección causada por este lepidóptero en la etapa vegetativa inicial". Por este motivo, subrayó que "en esta etapa se pueden tolerar menos individuos por superficie" Tratamientos La isoca bolillera es un insecto que, en su estado de larvas pequeñas, se las encuentran en los folíolos plegados y es sumamente complicado actuar con insecticidas de contacto sobre esas orugas. "Al observar su comportamiento se puede ver como sólo una pequeña parte de la población se desplaza de un brote ya dañado a otro sin daño, el mayor número de isocas muere por efectos de ingestión", detalló Ioele.

Para el control de las larvas, el director del INTA de Corral de Bustos, recomendó "emplear un insecticida sistémico o uno que tenga acción translaminar, es decir que, al ser absorbidas por el tallo pueda llegar a hojas aún no producidas algunos días después de la aplicación".

En este punto, consideró preciso recordar que "cuando se efectúa un tratamiento, las hojas tratadas, generalmente, mantienen su capacidad de control, pero no así las hojas nuevas y es ahí donde justamente prefieren oviponer y comer".

Por otra parte, la estrategia en la fase final cambia, ya que la isoca sólo come los granos, por lo tanto, se impone el volteo con insecticidas de contacto. "En esta etapa es clave a calidad de aplicación", confirmó, al tiempo que explicó: "Hay que lograr que los impactos den en la plaga". Para Ioele, "las aplicaciones con mejores resultados logrados se realizaron con pastillas de cono hueco o doble abanico plano".

Soja: recuperación en Santa Fe

Una mejora en las condiciones climáticas en los últimos días propició la recuperación de una buena cantidad de cultivares de soja en el centro y norte de la provincia de Santa Fe que habían sido afectados por lluvias y el consiguiente encharcamiento de lotes.

De acuerdo el informe semanal que elaboran el Ministerio de la Producción de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe, un 80% de los lotes sembrados con soja presentaron estado bueno, con algunos muy buenos.

En contrapartida, el 20% restante "todavía manifestó impacto e inconvenientes como sectores con permanencia de agua, encharcamiento, muerte por asfixia de plantas, irregular stand de plantas y áreas con cierto grado de enmalezamiento.

En lo referente a la soja tardía o de segunda, el proceso de siembra alcanzó el 82% sobre lo proyectado, lo que representa unas 451.000 hectárea.